A juicio del ex superintendente de la Policía Miguel Pereira, la salida de José Figueroa Sancha del mando de la Uniformada responde a una aceptación de que la Policía "está totalmente desarticulada" y "no tiene supervisión".

Pereira sostuvo que nunca pensó que la renuncia de Figueroa Sancha fuera a darse en este momento, justo cuando el pasado mes de junio se registró una alarmente alza en la ola criminal.

"Eso es una admisión de que lo que se pretendió pasar como un plan en contra del delito en verdad no encuentra ningún terreno y que la administración de la Policía, incluyendo el Comandante, que es el Gobernador de Puerto Rico, no tienen idea de qué es lo que tenemos que hacer", dijo Pereria en entrevista con Las Noticias de Univisión.

Este reconoció que posiblemente el error del saliente superintendente fue escuchar las recomendaciones de personas bien intencionadas, pero ajenas a las estrategias necesarias para combatir el crimen.

"Lo que uno tiene que tener es el valor de decirle a su jefe 'eso que tú me estas sugiriendo no va a funcionar y yo no lo voy a hacer'... Es la visión de poder entender cómo es que uno integra o articula un plan que incluye todas las agencias de Gobierno, que en terminos de la criminalidad, en efecto son casi todas, y cómo es que uno puede demostrarle a la gente que está en la Policía (que) 'yo no te asigno a ti riesgos que yo no estoy dispuesto a asumir', y eso la Policia lo entendio cuando yo estaba allí".

"Uno tiene que tener la entereza de decirle a personas que por mejor intencionadas que estén no saben qué hacer y no deben estar dando instrucciones" , agregó.

Pereira opinó que si el nuevo superintendente interino, José Luis Rivera, viene a hacer lo mismo que se ha hecho por los últimos tres años, lo que hará será agravar el problema existente. Por ello, recomendó que busque ayuda entre personas con "mucha experiencia" en la Uniformada para crear estrategias que tengan resultados visibles.

Entre las personas que recomendó mencionó al ex director de la región de San Juan Leovigildo Vázquez, quien actualmente ocupa un puesto de superintendente auxiliar de Operaciones Campo de la Policía, y al coronel José Caldero, quien en marzo del 2010 fue removido por Figueroa Sancha de su puesto como director de la región de Carolina y enviado de vuelta al Cuartel General, a su puesto de carrera en la División Legal de la Policía.