Una mujer canadiense de padres colombianos, quien  tuvo serias complicaciones de salud luego de  someterse a una abdominoplastia y reducción de prótesis de los senos  realizada por  el médico colombiano Carlos Ramos Corena,  denunció que el galeno es un farsante, que luego que opera se desentiende  de las  pacientes.

“Ese hombre por poco me mata”, escribió Paula Andrea Restrepo a Primera Hora.

La mujer, de 32 años y quien reside en Canadá, relató que su odisea  comenzó en el 2011  cuando una amiga le recomendó al supuesto cirujano plástico, ya que tenía una cicatriz de cesárea y un pliegue de piel en el abdomen que quería eliminar.

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Además de la abdominoplastia, llegó a un acuerdo con Ramos Corena para reducirse el tamaño de la prótesis de los senos, las que en vez de reducírselas, según indicó,  se las aumentó de tamaño.

“Él había quedado en hacerme otras cosas... gracias a Dios que no las hizo porque hubiera sido fatal”, puntualizó.

Restrepo denunció que  aunque fue a Ramos Corena a quien contrató y quien  presuntamente la operó, en su expediente médico aparece una doctora Vincent como la cirujana que la intervino.

“Yo nunca conocí ni  traté a ninguna doctora Vincent”, recalcó.

Ramos Corena es el mismo médico que le realizó una abdominoplastia y una liposucción  a la puertorriqueña Nancy Santana, quien falleció en Medellín, Colombia,  el 27 de  septiembre pasado, muerte que aún se investiga.

“Soy canadiense. Mis padres son colombianos. Yo me vine para Colombia en el 2011 para operarme. Me lo habían recomendado. Yo visité su  página web  en la que asegura que está certificado como cirujano plástico. Fui a su consulta. Siempre traté con él. Me mostró un diploma falso. Siempre contraté con él. Siempre fui a consulta con él. Cuando me operaron, él fue el que  el que me preparó para la operación”, aseguró.

“Yo salí mal. Cuando salgo de la operación,  se mezclaron muchas  incógnitas en mi cabeza. Yo lo busco a él. Él ya, después que le opera a usted y agarra la plata, él ya no quiere saber más de usted”, dijo.

“Fue horrible. Me dejó  una herida impresionante… Él me practicó una abdominoplastia y  cambió la prótesis. Me había dicho que me iba a hacer liposucción en las piernas y los brazos, lo cual no se podía hacer. Ya después, como a los dos meses, se le murió una paciente y me di cuenta que él es un cirujano falso”, reiteró.


Restrepo indicó que cuando murió la odontóloga colombiana Tatiana Andrea Posada Jiménez, el 20 de agosto de  2011, todo empezó a darle vuelta en la cabeza y todo comenzó a tener sentido.

“Con razón no quería hablar conmigo”, se dijo.

Expediente médico

Restrepo, una comerciante que se dedica a la venta de ropa, decidió solicitar el historial clínico en la Clínica La Aguacatala, donde fue operada.

Para su sorpresa, Ramos Corena no aparece como el médico que las operó, sino como un ayudante. En vez, aparece “una señora”.

“Yo nunca contraté con ninguna señora. Aquí es que él se lava las manos”, puntualizó.

Pero, ¿la señora participó en la operación?

 Yo nunca vi a la señora.  Yo a esa señora no la conozco. Yo a la señora la vine a conocer en la fiscalía  y cuando fui con los documentos.  Yo no contraté con ninguna señora. Con quien contraté fue con Carlos Ramos. Es una red. Es una red de mucha gente. Es una red donde todos los que están trabajando ahí deben saber qué es lo que está pasando.

“Me quedé sin ombligo”

 “Ya después del desenlace fatal (de la odontóloga), me voy  a la fiscalía y pongo la demanda… Fui a un perito médico que yo tuve  que pagar  para que me hiciera los exámenes… El mismo cirujano plástico, el de verdad, me dice:    ‘Es que no se puede practicar liposucción, ni en los brazos, ni en las piernas. Eso es mortal’. Gracias a Dios no me hizo eso. Pero sí  me dio una infección muy horrible y me quedé sin ombligo.  El ombligo, me quedó ahí, una cicatriz toda rara. Me quedé sin ombligo”.

¿Cómo la atendió cuando le dio la infección?

 No, no, no, no, ese señor me evadía. No quería saber nada de mí. Ese señor, ya  cuando usted le entrega  el dinero... el tipo  no quiere volver a saber nada de usted.

La enganchó con la rebaja

Restrepo relató que el galeno le hizo una rebaja sin que ella la hubiera solicitado.

“Él supuestamente me hizo una rebaja. Yo no le pedí una rebaja, pero así me enganchó. Así fue que él cogió la presa. Así fue que él me cogió a mí. Yo te voy a hacer una rebaja. Yo te voy a dejar  todo en  10 millones de pesos colombianos”, dramatizó.

“Él me evaluó y me dijo que sí, que me operaba, que era el mejor cirujano en Medellín. Tenía una pared llena de diplomas”, relató. 

Antes de ser operada, Restrepo tuvo que firmar un contrato, ante un testigo, que fue su esposo.

“Mi esposo cuestionó el por qué no aparecía en el contrato  el médico que me  iba a operar. O sea, Ramos Corena, y le indicaron: ‘No, es que el médico no ha llegado. Tienen que firmar ya, porque es que ya estamos’.  Es una mentira. Todo es una mentira”, sostuvo Restrepo.