¿Qué tienen en común los llamados “Tres inocentes de Aguada” con los acusados de la “Masacre de Trujillo Alto”?

Veintidós años después de ser condenados a cárcel de por vida –Caro y los otros dos acusados: Nelson Ruiz Colón y Nelson Ortiz Álvarez– finalmente, nunca pasaron por un nuevo procedimiento judicial, pues el pasado mes de septiembre el Departamento de Justicia solicitó el archivo del caso ante la ausencia de prueba genética que los vinculara al crimen y ante los problemas que confrontaron para conseguir a los testigos.

Ayer, Caro revivió la emoción que sintió hace casi un año -cuando fue liberado y con la esperanza de limpiar su nombre y recuperar su vida- tras ser testigo del momento en que a los acusados de la Masacre de Trujillo Alto (Juan Carlos Meléndez Serrano y Antonio Ramos) se les concedió la oportunidad de un nuevo juicio.

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El dúo fue condenado en 1992 a cadena perpetua luego que un jurado determinara por unanimidad que eran culpables del asesinato de Haydée Maymí y sus dos niños de 3 y 5 años. La mujer fue encontrada en 1989 apuñalada en la bañera de su hogar, en la urbanización las Lomas de Trujillo Alto. Sus niños, Eduardo y Melissa, también fueron acuchillados y colocados en una nevera del hogar. El crimen estremeció al País.

“Yo sé el sentimiento que sienten esos muchachos ahora mismo cuando la juez les dijo que van para nuevo juicio. Y yo sé lo que sentían anoche (lunes) antes de llegar aquí al Tribunal. Estoy seguro que ninguno durmió. Que ambos pasaron la noche en vela y nerviosos por conocer qué pasaría (ayer)”, dijo Caro, quien ayer acudió a la sala de la jueza Berthaida Seijo, en el Tribunal de Carolina, para escuchar la determinación tomada por la magistrada.

“Los tres inocentes de Aguada vinimos par de veces aquí a Carolina. Estamos solidarios con ellos porque estamos convencidos de que es el mismo tipo de caso. Es el mismo modus operandi que utilizó el fiscal Andrés Rodríguez Elías… ese charlatán fue el que nos fabricó el caso a nosotros”, alegó Caro, quien dijo estar convencido de la inocencia de Meléndez Serrano y Ramos Cruz, quienes tienen una vista de conferencia con antelación a juicio el 14 de julio en la sala 201 del Tribunal de Carolina.

De hecho, dijo que conoció a éste último en 1994 cuando ambos estuvieron en la misma cárcel en Ponce. “Un día nos pusimos a hablar y Tony (como le dice a Ramos Cruz) me empezó a hablar  de su caso y fue como un recuento del mío. Era como si me estuviera contando todo lo que yo viví. Al final, cuando menciona al fiscal es que caemos en cuenta que era el mismo…”, manifestó.

“Por eso me emociono. Porque yo entiendo lo que ellos han sufrido. Son muchas emociones encontradas al ver que se le da esa oportunidad que uno ha luchado por tantos años… es demasiado emotivo, pero a la vez desesperante. A uno le entra un cosquilleo inexplicable por dentro que provoca que uno explote, como ves que lo hizo Tony en sala, que no pudo dejar de llorar”, expresó Caro.

Aprovechó el momento para agradecer el giro victorioso de su caso al Proyecto Inocencia, el cual dirige el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Julio Fontanet, quien también forma parte del equipo de defensa de Ramos Cruz.

“Honestamente, si no llega a ser por el Proyecto Inocencia, no sé qué hubiera pasado con nosotros ni con estos muchachos de Trujillo Alto. Me alegro mucho que exista este programa porque hacía falta hace muchos años. Créame cuando le digo que allá adentro, en la cárcel, hay muchos más inocentes de lo que se pueda imaginar. Y merecen una segunda oportunidad de ser escuchados y de demostrarlo”, manifestó el hombre que actualmente estudia una carrera corta como técnico de refrigeración en un instituto en Mayagüez.

“A veces pienso qué hubiera pasado si este proyecto no hubiera existido o sin la Ley (246) de Análisis de ADN Post Sentencia… sepa Dios lo que sería de nosotros”, reflexionó.

Proyecto Inocencia fue creado en 1992 en Estados Unidos, donde ha logrado que más de 300 personas sean excarceladas luego de probar su inocencia con pruebas genéticas.

El año pasado, la unidad local de Proyecto Inocencia obtuvo el premio “El exonerador 2016”, otorgado por la Red Inocente de América Latina.

El galardón fue conferido a través del licenciado Julio Fontanet, quien fue invitado como orador de la reunión anual de la organización y fue sorprendido con el premio.