Manifestantes en Sol y Playa acceden a petición del DRNA para que condómines sean los que remuevan el muro
La agencia les concedió 10 días al Consejo de Titulares para que lo eliminen mediante un plan de mitigación supervisados por ellos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Grupos de ciudadanos y ambientalistas que comenzaron ayer con la demolición de un muro en construcción frente al condominio Sol y Playa localizado en la playa Los Almendros, en Rincón, tras declararse nulo el permiso, acataron una orden del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) que le concede 10 días a la Junta de directores y al Consejo de Titulares a realizar dichas labores de manera controlada mediante un plan de mitigación.
De no cumplirse con la misma en ese plazo, el excandidato independiente a la gobernación y portavoz del Movimiento Conciencia, el ingeniero Eliezer Molina, advirtió que regresarán a continuar con las labores que iniciaron los ciudadanos que respondieron a su convocatoria.
“No es porque ellos no los están pidiendo...nosotros le vamos a dar a ellos 10 días para que lo hagan. Si no lo van a hacer entonces lo vamos a hacer nosotros y se lo vamos a cobrar”, sostuvo Molina, tras resaltar que los pilotes se encuentran a unos 40 pies de profundidad, durante una transmisión a través de la red social de Facebook.
Por su parte, el teniente coronel Roberto Salvá, comandante de área de Ponce, quien fue asignado para supervisar las labores en la zona, detalló que el comandante del Cuerpo de Vigilantes del DRNA Luis C. Vega, se reunió con el licenciado Gabriel E. Olivieri Miranda y con Molina, para discutir la orden emitida, que aclaró no va dirigida a los manifestantes, entregándole copia.
“A principio la duda estaba entre ellos de que estas personas no estaban autorizados a demoler el muro, pero ellos no están autorizados porque no han negociado con los condómines, pero ya hay una orden del tribunal que ese muro hay que demolerlo y ellos de manera voluntaria, gratuita, comenzar a demoler el muro...es un acto simbólico, pero a la misma vez crea un problema y es que ellos lo que remuevan de ese muro tienen que disponer de ello”, explicó Salvá.
Sin embargo, los manifestantes contaban con un camión en para sacar los escombros no solo de lo que se estaba derrumbando sino también de los desechos dejados por la compañía de construcción.
“Los manifestantes han dado un ejemplo de civismo y aunque gritaron e hicieron sus manifestaciones todo lo que tumbaron del muro, todo lo han recogido a manos, en baldes o en carretillas y lo han llevado a un depósito que hay un camionero que se los está llevando”, dijo el funcionario, quien agregó que si no se disponía de esos materiales adecuadamente tenían que denunciarlos por violación a la Ley 241 de Pesca y Vida Silvestre.
Ciudadanos iniciaron la demolición de las columnas con marrones y cortaron varillas para posteriormente la limpieza del área, no obstante, luego del acuerdo dejaron el área libre de varillas y otros pedazos de escombros para que el área sea una segura.
A su vez, Molina instó al grupo a disfrutar de su triunfo en la playa. Culminando con la consigna “las playas son del pueblo”.
La orden y notificación del DRNA fue emitida el jueves 30 de junio.
“Se apercibe a las partes, además, que cualquier restauración en el lugar debe contar con la anuencia y supervisión del DRNA en protección de las tortugas marinas”, según un fragmento de la Resolución de Cese y Desista, en el que se cita un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México sobre el impacto potencial de turismo en la anidación de esta especie y sus hábitats.
Entre las amenazas estudiadas e impactos reportados en el estudio se menciona el desmonte y despalme, excavaciones, rellenos, contaminación sonora, residuos sólidos, presencia del personal de obra y construcciones provisionales, iluminación artificial del frente de la playa y concentración de visitantes.
También se mencionó que los sonidos se transportan de la forma menos eficiente por el aire, pero sucede lo contrario a través de la arena, el suelo y el agua.
“Los turistas hacen una bulla que a nosotros quizás no nos impacta, pero a esa frecuencia, intensidad y decibeles pasa la arena, el agua y en esta última la onda mecánica viaja mucho más rápido y a mayor distancia. Hay seres que tienen una sensibilidad mayor, entre ellas, las tortugas”, de acuerdo con la opinión del oceanógrafo Franklin Isaac Ormaza, citado en el documento que fue enviado por la agencia a Primera Hora.
El mismo finaliza ordenando a todas las partes a tomar las providencias necesarias para la protección de las tortugas marinas que son la razón de ser de la determinación del tribunal estableciendo un plan de mitigación y la restauración del área a su origen.
La construcción de la piscina ha estado en controversia tras la oposición al proyecto por parte de los grupos ambientalistas que plantearon que está ubica en una zona marítimo terrestre.
El conflicto tomó fuerza cuando en julio de 2021, cuando un carey quedó atrapado carey quedó atrapado en las inmediaciones del proyecto.
El juez Abid Quiñones, del Tribunal de Primera Instancia de Aguadilla, solicitó en febrero su demolición por incumplimientos contra seis reglamentos y leyes estatales e instruyó a devolverla a su estado natural, en un término de 120 días, pero todavía queda una controversia por resolver luego de que el Consejo de Titulares radicara, el 13 de junio, una moción de reconsideración a la desestimación, siete días antes, de la demanda sobre la nulidad del permiso de construcción.
El teniente coronel Salvá, agregó que han disminuido la presencia policíaca en la zona y el ambiente está en calma.