La jueza Nerisvel C. Durán Guzmán del Tribunal de Bayamón iniciaría mañana el proceso de desinsaculación del jurado para el nuevo juicio contra el ex corredor de seguros, Pablo José Casellas Toro, quien enfrenta cargos por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de pruebas y por ofrecer una declaración falsa sobre un delito, por el crimen de su esposa Carmen Paredes Cintrón en el 2012.

Durante la vista de hoy sobre el estado de los procedimientos se evaluaron varias mociones sobre publicidad excesiva, la lista de los testigos citados y la manera en la que se va a evaluar que los potenciales jurados no conozcan a las personas que van a testificar, entre otros asuntos.

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El 28 de mayo del 2020, un panel de jueces del Tribunal de Apelaciones de Boston ordenó un nuevo juicio para Casellas Toro, basado en el dictamen del Tribunal Supremo estadounidense en el caso Ramos v. Louisiana, que reconoció que la unanimidad es parte esencial del derecho a un juicio por jurado en las cortes estatales, luego de acoger la solicitud de sus abogados para anular el veredicto.

El hijo del fenecido juez federal Salvador Casellas es representado por el licenciado Harry Padilla.

El 21 de agosto del 2020, Casellas Toro quedó en libertad tras cinco años encarcelado luego de que su hija -que para esa fecha tenía 23 años-, fuera aceptada como su tercer custodio y prestara la fianza, mientras es juzgado nuevamente. Este se encuentra en libertad bajo supervisión electrónica tras prestar la fianza de $2,000,000.

El 1 de marzo de 2015, el fenecido juez José Ramírez Lluch lo sentenció a 109 años de prisión por el asesinato a balazos de su esposa, de 46 años, en la terraza de su residencia en la calle Ruiseñor de la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

El jurado del primer juicio contra Casellas Toro, que se llevó a cabo entre el 2013 y el 2014, compuesto por seis hombres y seis mujeres, emitió un veredicto de culpabilidad el 30 de junio de 2014 de 11-1, por lo que no fue unánime.

La teoría que presentó el Ministerio Público es que días antes del crimen, Casellas Toro fingió que fue víctima de un “carjacking” para reportar como hurtada la pistola FN Five Seven, la cual supuestamente usó para asesinar a la que fue su esposa por unos 20 años, presuntamente, para evitar un divorcio contencioso respecto a la división de bienes gananciales.

Mientras que su defensa ha argumentado insistentemente que su cliente no tenía motivación para cometer el crimen.

“Quiero dejar claro que esta convicción y esta sentencia que usted está presto a dictar son una injusticia, porque yo no maté a mi esposa Carmen”, aseveró Casellas el día en que fue sentenciado.