Un silencio se apoderó hoy de la sala que preside el juez Pedro Delgado Hernández, en el Tribunal Federal en Hato Rey, cuando Keila Ortiz Rivera, madre de la joven asesinada Keishla Rodríguez, fue llamada como la primera testigo en el juicio contra el exboxeador Félix Verdejo.

Tras constituirse el panel de 12 jurados –y 6 alternos–, y luego de los argumentos iniciales de la fiscalía y la defensa, Ortiz Rivera fue anunciada por la fiscal Jeanette Collazo. Segundos después, la testigo entró escoltada por un alguacil.

La mujer de 46 años evitó dirigir la mirada hacia la mesa donde estaba el acusado. Una vez se le tomó juramento, Collazo comenzó el interrogatorio.

Ortiz Rivera relató que para abril de 2021 residía en Orlando, Florida, acompañada por su hijo Jonathan Román Ortiz. Se desempeñaba como empleada de mantenimiento en una iglesia. Sus hijas, Keishla y Bereliz Rodríguez Ortiz, mientras tanto, vivían en Puerto Rico, específicamente en el residencial Villa Esperanza en San Juan.

“Keishla fue una niña de buen corazón, bien amable, buena hija, buena hermana; siempre ayudaba a aquellos que lo necesitaban. Era una amante de los animales desde pequeña. La mejor hija que un padre puede tener”, dijo Ortiz Rivera.

En su testimonio, relató que Keishla trabajaba en un lugar para aseo de mascotas. Ortiz Rivera sostuvo que la joven y Verdejo mantenían una relación desde que estaban en escuela intermedia. De hecho, indicó que compartió con ambos en múltiples ocasiones.

“Cuando venía (a Puerto Rico) cada dos o tres meses, mi hija me buscaba en el aeropuerto, íbamos a comer y él (Verdejo) llegaba al lugar”, recordó.

Uno de los momentos más tensos del interrogatorio se produjo cuando tuvo que identificar al acusado.

“¿Usted ha visto a Félix Verdejo en esta sala?”, le preguntó la fiscal.

“Todavía no”.

“¿Podría mirar alrededor de la sala para identificarlo?”, preguntó Collazo.

Ortiz Rivera dio media vuelta, lo señaló.

“Sí, ese es Félix Verdejo, con una camisa marrón”, verbalizó.

El exatleta es acusado por un cargo por robo de auto con resultado de muerte; otro secuestro con resultado de muerte, y un cargo por matar a un niño por nacer. Además, pesa otro cargo por usar y portar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia.

Collazo procedió a que la testigo intentara establecer qué ocurrió el 27 de abril de 2021, según su mejor recuerdo.

“Estaba en mi trabajo y tuvimos una videollamada. Me enseñó una prueba de embarazo de orina. Ella estaba contenta y emocionada porque iba a tener su bebé y sería una madre. Nos pusimos a hablar, le tomé una foto de cuando me enseñó la prueba de embarazo. Le dije que se viniera conmigo (a Orlando)”, dijo.

El Ministerio Público le entregó a la mano una copia impresa de la foto que hizo de la videollamada para que la identificara. Ortiz Rivera no contuvo las lágrimas y respondió en afirmativa.

Luego, Collazo llevó el relato de Ortiz Rivera al 29 de abril.

“Esa mañana, Keishla me dijo que Félix Verdejo iba para su casa cuando saliera de hacer ejercicios para recoger (los resultados) de una prueba de sangre. Le dije que tuviera cuidado. Ella habló normal. A eso de la 9:00 a.m. Bereliz me llamó para decirme que Keishla no estaba en su trabajo. Me estuvo raro porque ella no hace eso. Me asusté, porque pensé que había pasado algo. No era normal”, sostuvo.

Según Ortiz Rivera, hizo gestiones a través de Bereliz para contactar a Verdejo por teléfono. Relató que los tres participaron de la llamada.

Le pregunté a Verdejo dónde estaba Keishla. Él respondió nervioso que no sabía. Le pregunté tres veces y dijo que no sabía”, relató.

Ortiz Rivera testificó que optó por tomar un vuelo rumbo a Puerto Rico con la intención de localizar a su hija, quien no respondía las múltiples llamadas hechas a su celular.

“Bereliz me recogió en el aeropuerto y fuimos a una clínica de abortos. Pensé que como él (Verdejo) no quería el bebé, pensé que la había forzado para tener un aborto. Llamé a la Policía, hice como una madre responsable. Busqué a mi hija. Después fui a la casa de Keishla, me dio una impresión mala de que algo que estaba pasando. Fuimos al cuartel de Caimito para hacer una querella. Cuando llegamos, expliqué que mi hija no aparecía, que ella estaba embarazada de Félix Verdejo. Empecé a hacer llamadas para saber quién me podría ayudar a encontrarla”, dijo.

Una de las primeras personas que Ortiz Rivera contactó fue a un individuo de nombre Marcelino, quien fue esposo de Keishla por cinco años. Además, se comunicó con otra persona de nombre Iván, con quien también la joven tuvo una relación sentimental.

El juez federal Pedro Delgado Hernández.
El juez federal Pedro Delgado Hernández. (Miguel Bayón)

“Fuimos al Cuartel General. Marcelino llegó para ayudar a encontrarla. Nos montamos en una patrulla (y llegamos) a donde vivía Verdejo con la Policía. También fuimos a la casa de Iván buscando respuestas. Seguimos buscándola y los días pasando”, indicó.

“El 1 de mayo estuvimos en el Cuartel General. Comenzamos a recibir notificaciones en los celulares de que algo había aparecido en la Laguna (San José). Un amigo del papá de Keishla nos montó en una lancha y nos acercamos a ella. Cuando vi esa ropa azul, pensé que era un toldo. Viramos y nos dirigimos directamente a Ciencias Forenses. Mi instinto de madre me dijo que fuéramos allá. Estuvimos esperando hasta que nos llamaron. Nos enseñaron una foto de un tatuaje en la espalda de un diamante, como le dicen a Félix Verdejo”, especificó la madre de la víctima.

A preguntas de la abogada de defensa Gabriela Cintrón Colón, Ortiz Rivera reconoció que Keishla no había estado embarazada de Verdejo antes de abril del 2021. Asimismo, que llamó a Miguel Santiago Laiz, padre de Elize Marie Santiago Sierra, madre de la primogénita de Verdejo.

De hecho, Santiago Sierra fue anunciada preliminarmente como una testigo en el caso.

El juez Delgado Hernández cerró los trabajos por día y adelantó que mañana continúa el contrainterrogatorio de Ortiz Rivera.

Ministerio Público presentará abultada evidencia

La fiscal Collazo abrió la sesión de la tarde relatando la relación sentimental que existía entre Rodríguez Ortiz y Verdejo.

Explicó que buscará demostrar que Verdejo fue el autor intelectual del crimen dado a que no estaba a favor de que Rodríguez Ortiz estuviese embarazada, debido a que podía dañar su imagen como atleta, aparte de que estaba en otra relación.

Collazo relató que, según la evidencia recopilada, Luis Cádiz Martínez asistió a Verdejo para disponer del cuerpo de Rodríguez Ortiz lanzándola desde el Puente Teodoro Moscoso a la Laguna San José.

“Cádiz explicará los detalles de las llamadas y la manera cómo terminaron con la vida de Keishla. Mostraremos los vídeos, aunque a distancia, para demostrar los vehículos KIA y Dodge Durango. Verdejo saltó al agua para arrastrar a Keishla debajo del puente mientras Cádiz observaba. Cruzó el puente tres veces buscando a Verdejo, pero antes de una cuarta, lo vio. Fueron a Puntas Las Marías para disponer del celular de Keishla y un prepagado”, detalló.

Mientras tanto, Luis Antonio Rodríguez, padre de Keishla, escuchaba visiblemente afectado el relato del Ministerio Público.