Los testimonios de Lydia Díaz Román, la madre del congresista del distrito 44 de Illinois, Fred Crespo, y de Carmen García Negrón, ambas vecinas de la urbanización Sierra Bayamón, fueron tan contundentes que Ángel E. Navarro Rios renunció a la vista preliminar que enfrentó ayer y alegó culpabilidad.

Navarro enfrentó cargos criminales por cuatro robos y violación a la Ley de Armas relacionados con dos robos cometidos en dicho vecindario en octubre y diciembre de 2011.

El hombre, que está sumariado, tendrá que volver a corte el 20 de abril para lectura y juicio. En el preacuerdo firmado se estipuló que Navarro Ríos tendrá que cumplir 15 años de cárcel por los robos cometidos en Sierra Bayamón, más tres consecutivos por Ley de Armas.

La madre del congresista boricua narró la angustia que sintió junto a su esposo en la madrugada de un día de diciembre cuando el imputado encendió las luces de su cuarto y les anunció un asalto. Según el testimonio de la septuagenaria, Navarro Ríos les amenazó en varias ocasiones con dispararles si no se estaban quietos. El hombre se llevó prendas y artefactos que sobrepasan los $12,000. Además, dañó una puerta de la residencia de los padres deCrespo cuyo costo de reparación fue de más de $1,500.

Pero el momento de mayor miedo para la señora fue cuando Navarro Ríos fue al dormitorio donde estaba su hijo Fred y lo trajo a donde estaban ellos. Crespo se hospedó con sus padres en esos días, ya que se encontraba de vacaciones.

“Es un temor que yo no puedo describir, fue una agonía que no tiene nombre”, precisó Díaz Román. La mujer identificó directamente a Navarro Ríos en sala y sostuvo que la cara del ladrón que la perturbó aquella noche y del sujeto que tenía frente a ella en corte “es la misma”.

De igual forma, García Negrón, víctima de robo en octubre, subrayó al juez Francisco Ojeda Diez, “esa cara yo nunca la voy a olvidar”.

Tan pronto se le dio conocimiento a la madre del congresista de la intención del pillo, ésta estalló en llanto, se levantó del banco de testigos y se abrazó a sus cuatro hijos, entre ellos el congresista.

A su salida de la sala, éste señaló a Primera Hora que “no es lo mismo que te asalten en la calle a que lo hagan en la seguridad del hogar, cuando se está durmiendo. Es algo que nos ha impactado mucho como familia y es triste ver cómo pasan estas cosas aquí en la Isla”.

Crespo aseguró que, si algo aprendió de esta experiencia, es que “a la Policía de Puerto Rico no se le paga lo que requiere y tampoco se le dan los recursos necesarios para investigar”, aun cuando se mostró “satisfecho” con el esclarecimiento del caso.