El Secretario del Departamento de Justicia, César Miranda, anunció ayer que, a pesar de que no corresponde en derecho, la agencia no pondrá reparos a que se lleve a cabo un análisis de ADN mitocondrial a los vellos que se hallaron en el cuerpo de Haydée Maymí Rodríguez, asesinada junto a sus dos hijos en Trujillo Alto el pasado 26 de junio de 1989.

“Aunque encontramos que no le asiste la razón en derecho...  en aras de mantener la apertura hacia la búsqueda de la verdad..., no tenemos reparos a que se ordene al Instituto de Ciencias Forenses  que se realicen las pruebas solicitadas”, reza la moción presentada por el secretario.

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De inmediato, Julio Fontanet director del Proyecto Inocencia y Decano de la Escuela de Derechos de la Universidad Interamericana, que lleva los esfuerzos por tratar de probar que los convictos en este caso no fueron los responsables del crimen, celebró la decisión y aseguró que esa postura debe ser el ejemplo a seguir en los casos similares que están pendientes.

“Felicitamos al Secretario de Justicia por esta iniciativa. Yo no tenía duda alguna de que una vez el secretario conociera interioridades del caso, él iba a propiciar que estas pruebas se hicieran. Después de todo, ello es consistente con la política pública de este gobierno que se estableció con la aprobación de la ley que permite hacer las pruebas ADN post-sentencia”, señaló en entrevista telefónica.

Ahora corresponde ver los argumentos en una vista citada para el 9 de junio en la sala de la jueza Berthaida Seijo del Centro Judicial de Carolina.

Se espera que en ese momento los convictos, Antonio Ramos Cruz y Juan Carlos Meléndez Serrano indiquen si son indigentes. En ese caso, le corresponde al gobierno pagar las pruebas mitocondriales, dijo Fontanet.  

“Yo creo que la postura del Secretario de Justicia en este caso debe ser ejemplarizante,  el modelo a seguir. Nadie puede estar en contra de que se haga justicia aunque se haga tardíamente. Sacar de la cárcel a un inocente debe ser una función ministerial del propio Departamento de Justicia”, enfatizó el abogado.

¿Qué son las pruebas mitocondriales?

Las pruebas de ADN mitocondriales son las que permiten evaluar el material genético y establecer su procedencia incluso con una cantidad ínfima de prueba.

“Normalmente para las pruebas de ADN en pelos se requiere que éste tenga la raíz. Sin embargo, en las pruebas  mitocondriales no se requiere. Se puede hacer con cualquier parte del pelo”, explicó Fontanet.

En este caso hay tres cabellos púbicos sin raíz en la ropa interior de la víctima.  Por lo tanto, esta prueba mitocondrial permite establecer si son de los convictos, sin son  de ella o de una tercera persona. 

“Y  yo no tengo duda alguna de  que esa prueba va a establecer que son de una tercera persona”, agregó el decano. 

Sin embargo, en el Instituto de Ciencias Forenses no hay el equipo para realizar esta prueba. Se tienen que enviar a Estados Unidos y son altamente costosas. 

“Esto refleja la necesidad de asignar fondos necesarios para contratar personal y equipo para hacer estas pruebas” urgió el también ex presidente del Colegio de Abogados.