Llamado a oír a los presos de Guayama: "No estamos en la Edad Media”
El secretario del DCR debe reunirse con ellos e investigar las alegaciones de violación de derechos civiles, dijo una portavoz del comité de amigos y familiares del confinado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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La portavoz del comité de amigos y familiares del confinado, Milagros Rivera Watterson, se unió hoy al llamado de los confinados de Guayama en reclamo de que el secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Eduardo Rivera Juanatey, se reúna con ellos ante alegaciones de abusos en esta cárcel.
Mediante comunicado de prensa, los confinados de la institución máxima 296 anunciaron el inicio hoy de un paro de brazos caídos y huelga de hambre. Reclaman reunirse con el secretario o alguien de La Fortaleza para denunciar diversos atropellos y escasez de servicios.
“Esto representa la crónica de una muerte anunciada. Llevo meses diciendo que la Administración de Corrección es un lugar donde se siguen acumulando problemas”, dijo Rivera Watterson en representación del grupo que dirigió por años la fallecida líder de esa comunidad, Trina Rivera de Ríos.
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Que la denuncia venga de Guayama es algo que le llama la atención a Rivera Watterson porque ese complejo carcelario es uno en el que en pocas ocasiones surgen denuncias de malas situaciones por parte de los confinados. Exhortó que el secretario del DCR debe investigar esas alegaciones de que las malas condiciones carcelarias se vinculan a la llegada desde Guayama de un funcionario que fue trasladado desde Ponce, luego de la muerte de un oficial correccional.
Rivera Watterson recordó que aunque el caso federal de Morales Feliciano se cerró en el 2016, hay una obligación de cumplir con las estipulaciones de ese pleito, que incluyen buena prestación de servicios médicos y de alimentos.
“Aquí hay que escuchar a los confinados... no estamos en la Edad Media, aunque estén privados de libertad tienen derechos civiles”, dijo Rivera Watterson, quien en el pasado también ha presidido en al menos tres ocasiones el Colegio de Trabajo Social. “Ellos no dejan de ser seres humanos porque están en una institución penal. Los confinados lo están pidiendo de buena forma, están pidiendo reunirse de forma como ellos lo pueden hacer, una huelga de brazos caídos y huelga de hambre, que yo espero no pase más de un día. Esto no debió haber pasado”, indicó.