La vendedora de jugos, famosa por sus transmisiones en vivo, Lisha A. Ramón Mejías, será dejada en libertad bajo supervisión electrónica hoy, luego de que su madre se comprometiera a ser su custodia.

Así lo confirmó la Oficina de Administración de Tribunales (OAT), que además agregó que se señaló una vista de seguimiento para el próximo 21 de febrero en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan.

El abogado de la joven, el licenciado Pedro Rivera, expuso esta tarde que la custodio de esta será su madre.

“En la tarde de hoy se llevó a cabo una vista sobre modificación de condiciones a mi petición. El tribunal la acogió con lugar y va a poder estar en su casa hoy”, dijo el letrado al espacio televisivo Lo Sé Todo.

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Aunque Rivera evitó entrar en los pormenores, sostuvo que Ramón Mejías se encontraba “aislada en un hospital”. “Ella está bien. Recuerden que esas cosas son privilegiadas y también son parte de la ley HIPAA. No puedo hacer ningún tipo de expresiones en cuanto a la salud de mi representada”, expresó cuando le cuestionaron sobre la hospitalización.

Ramón Mejías enfrenta cargos de agresión grave y violación al artículo 6.06 -portación y uso de armas blancas- de la Ley de Armas. Los hechos por los que se le acusa ocurrieron durante la madrugada del domingo 8 de octubre de 2023, cerca de un negocio en la intersección de la calle Sagrado Corazón con la avenida Eduardo Conde, en Santurce, en el que se vio involucrada en una disputa con otra mujer.

Según la querella radicada en su contra, a eso de las 5:30 a.m. mientras estaba de pasajera en una guagua Ford Escape manejada por una amiga, reconoció a la comerciante y esta (Lisha) se le acercó al cristal, manifestándole que lo bajara, que no le tenía miedo. Se alega que posteriormente Ramón Mejías agredió a la fémina.

La joven vendedora de jugos y creadora de contenido en redes sociales ganó popularidad con la controversia en torno a la custodia de su hija Nazaret.

La joven vendedora de jugos, fue sumarida luego de que tras el proceso de Regla 6, se le fijara una fianza de $150,000. Esa fianza luego fue rebajada por la jueza Iraida Rodríguez Castro por solicitud de su defensa, para que mediante el mecanismo del tercer custodio se le permitiera quedar en libertad bajo el Programa de Supervisión Electrónico con un grillete. El cargo de agresión grave fue reducido a $3,000.

En diciembre, el tribunal le revocó la fianza tras múltiples violaciones a sus requisitos de libertad.