Reguladores estadounidenses demandaron a los directores de un banco puertorriqueño que le costó al Fondo de Seguro de los Depósitos Bancarios casi $1,500 millones cuando se derrumbó en abril de 2010.

La FDIC dijo que los directivos del banco R-G Premier no supervisaron un enorme aumento de los préstamos comerciales durante la burbuja de la vivienda en la Isla.

La FDIC acusó al director general Víctor Galán Alvarez y otros directivos de no supervisar al gerente a cargo de los préstamos. Dijo que el banco hizo decenas de préstamos a empresas constructoras que representaban un alto riesgo crediticio y estaban fuertemente endeudadas.

La demanda pide reparaciones por al menos 257 millones de dólares y nombra a 19 directivos. La abogada de Galán, Mary Gill, dijo que no haría declaraciones el jueves.