Jurado del caso de la matanza de una familia se retira a deliberar
Familiares de las víctimas al igual que la madre del acusado, se mantienen en los predios del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón en espera del veredicto.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Un jurado de ocho mujeres y cuatro hombres se retiró a deliberar este viernes en la noche para rendir un veredicto en el caso contra Christopher Sánchez Asencio, uno de los dos acusados de la matanza de cuatro miembros de una familia en Guaynabo, hechos ocurridos la noche del 17 de noviembre de 2014 y la madrugada siguiente.
El jurado se retiró a deliberar a las 6:30 de la noche, luego que la jueza superior Vivian Durieux Rodríguez les diera las instrucciones sobre los 19 delitos que se le imputan al acusado.
“Si deciden libre de prejuicios y dejándose llevar por la prueba harán justicia”, le dijo la jueza antes de que se fueran a deliberar.
Una de las jurados pidió ser excusada y fue sustituída por un varón suplente.
Familiares de las víctimas al igual que la madre del acusado, se mantienen en los predios del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón en espera del veredicto.
Durante el día y la tarde de hoy, las fiscales Janet Parra Mercado y María del Mar Ortiz Rivera y el abogado defensor, Orlando Cameron Gordon ofrecieron sus informes finales a los jurados.
Las fiscales les pidieron al jurado que les “hagan justicia” a los cuatro difuntos y al menor sobreviviente, mientras el abogado del acusado, les pidió un veredicto de no culpabilidad para su cliente.
El juicio en su fondo comenzó el pasado 19 de octubre y durante el proceso la Fiscalía sentó a declarar unos 13 testigos. Cerró el caso, con el testimonio del adolescente que a quien sus agresores creyeron muerto al lanzarlo desde un puente y milagrosamente sobrevivió.
A Sánchez Asencio se le acusa de matar al militar retirado de 66 años, Miguel Ortiz Díaz, a su esposa, Carmita Uceda Ciriaco, de 45 años y a la madre de ésta, Clementina Ciriaco López, en hechos ocurridos la noche del 17 de noviembre de 2014, en la residencial del matrimonio, ubicada en la urbanización Parque de Los Frailes, en Guaynabo. Se le acusa también del asesinato del hijo mayor de la pareja, Michael Ortiz Uceda, de 15 años, ultimado en un paraje del barrio Guaraguao, y de intentar quitarle la vida al hijo menor de pareja.
El coacusado en el caso, José Luis Bosch Mulero enfrenta juicio separado, el cual está pendiente para principios de 2016.
El militar asesinado, quien era profesor en la Antilles Military Academy, le tenía una casa alquilada en la urbanización Vesalles en Bayamón, a Sánchez Asencio. Según la prueba desfilada, el acusado estaba atrasado en el pago de la renta y estaba molesto con su casero porque se había presentado a la casa a cobrarle.
Como parte de los testimonios que desfilaron en el juicio, la patóloga Eda Rodríguez, declaró que al momento de ser baleadas tres de las víctimas pudieron estar arrodilladas, en una posición compatible con una ejecución. También una experta en balística atestiguó que los fragmentos de bala encontrados en los cuerpos de las víctimas fueron disparados de una pistola Kimber gris, que fue confiscada por la Policía en un automóvil Lexus negro, que poseía Sánchez Asencio.
En su defensa del caso, el abogado Cameron Gordon trató de establecer contradicciones entre algunos de los testigos, en particular los de los policías que intervinieron en las diferentes escenas de los hechos.
Hoy sentó a declarar a tres testigos que la Fiscalía no utilizó en el caso; dos policías y una técnica de custodia de evidencia del ICF.
Sánchez Asencio tiene 28 años y encara cuatro cargos de asesinato en primer grado, uno de tentativa de asesinato, secuestro, conspiración, agresión agravada, robo y varias infracciones a la Ley de Armas. Bosch Mulero, de 27 años, enfrenta los mismos cargos.
Los casos de ambos acusados fueron separados por conflictos debido a que se acusan entre ellos de perpetrar los tristes hechos.