Los abogados de defensa de la familia de la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier, Francisco Rebollo Casalduc, Anita Hill y Edwin Mora, fueron llamados esta tarde a la sala de la jueza federal Silvia L. Carreño Coll para que “muestren causa por la cual no imponer sanciones en su contra” por hacer expresiones a la prensa.

Sin embargo, solamente lanzó una advertencia de que la próxima vez los sancionaría. Adelantó que impondría una orden de mordaza.

“Los cité hoy porque les quiere decir que no voy a tolerar esto. Esto no es conducta que voy a tolerar y la próxima vez voy a imponer sanciones, y voy a imponer una orden de mordaza”, precisó la jueza al principio de la vista.

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De inmediato, los abogados entendieron que la orden de mordaza ya fue impuesta, aunque no consta en una decisión por escrito, por lo que evitaron contestar preguntas a la prensa a su salida de la corte federal.

“La existencia de la orden de mordaza me impide contestarles preguntas... Ahora sí que no voy a hablar con la prensa”, sostuvo Rebollo Casalduc.

La vista se citó a última hora, luego de que Rebollo Casalduc y Hill revelaran a la prensa que la Fiscalía federal desestimaría los cargos que pesaban contra el hijo de la exrepresentante, Orlando Gabriel Montes Charbonier, como preámbulo al inicio del juicio por corrupción pública contra la familia.

Según explicaron los letrados a la prensa, el proceso de desestimación se dará mediante el Programa de Desvío Previo al Juicio (PTD, en inglés).

La jueza dejó claro que las expresiones de los abogados contribuyeron a “desinformar al público y a la prensa”.

Expuso que los cargos contra Montes Charbonier no han sido desestimados todavía. Sin embargo, no dio información del proceso del PTD, ya que “son aspectos que no son parte del récord publico”.

Entre las citas a las que aludió Carreño Coll incluyeron la siguiente de Rebollo Casalduc: “¿Qué quiere decir? Que estos fiscales del Departamento de Justicia Federal, no estoy hablando de los fiscales de Puerto Rico, radicaron cargos contra este joven de 21 años en aquel momento, que inclusive lo llevó a perder su empleo. Y el joven, evidentemente, para lo que lo estaban acusando era para doblarle las rodillas a su mamá y a su papá. Y el joven le salió duro. Y su mamá y su papá le han salido más duros todavía. Le desestimaron el caso, le desestimaron el caso al hijo y le debieron haber desestimado a los padres. Pero, no lo han hecho, y por eso estamos aquí”.

La jueza federal expuso que las expresiones se hicieron en “un tono horrible” para este caso, cuyo juicio inicia el próximo lunes, 11 de diciembre.

“Yo no toleraré esto”, demarcó la jueza.

De inmediato, el abogado Rebollo Casalduc pidió disculpas por llegar tarde a la vista y dijo que estaba “arrepentido” de sus expresiones.

“Estaba buscando crear menos desinformación”, alegó.

El abogado reprochó que no incluyeran a Hill y a él en la conversación que tuvo la jueza, los fiscales federales en el caso -María L. Montañez Concepción, Jonathan E. Jacobson y Kathryn E. Fifield- y el abogado Mora para una discusión privada sobre el caso.

“Ese no es su cliente”, le dijo la jueza, al indicar que lo que hicieron los abogados fue “tergiversar” los datos.

Rebollo Casalduc también dijo que pensó que el público pudiese haber pensado que el hijo testificaría contra sus padres en el caso federal si no alertaba a la prensa.

“No pasará otra vez. Lo siento”, destacó.

Por su parte, Hill indicó a la jueza que “me disculpo. Estoy desilusionada por haber decepcionado a la corte”.

La jueza le respondió a los abogados que se cerciorará de tener “un juicio justo”.

Llegaron tarde

La vista de causa fue citada para las 4:45 p.m. Pero, a las 5:00 p.m. Rebollo Casalduc y Hill no se habían presentado a sala.

“No hay explicación razonable para que no se hayan presentado”, dijo la jueza federal.

Mora, sin embargo, explicó que los abogados no recibieron la notificación de la citación y que ya se encontraban de camino a la corte federal, en Hato Rey.

La jueza determinó aguardar por la llegada de los abogados por 10 minutos adicionales.

En este caso de corrupción contra Charbonier Laureano, su hijo y su esposo, Orlando Montes Rivera, la alegación de la Fiscalía federal es que se realizó un esquema en el que se infló el salario de una empleada de la exlegisladora, Frances Acevedo Ceballos, para que pudiera sacar una porción del mismo y se la devolviera a la familia de Charbonier Laureano. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020.

Específicamente, Charbonier Laureano, Montes Rivera y Montes Charbonier fueron acusados en agosto de 2020 de conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero. La acusación también le imputa a Charbonier Laureano un cargo de obstrucción a la justicia por destruir datos en su teléfono celular.