“La quería mucho. Era la hija que nunca tuvimos”.

A un año del asesinato de la ejecutiva de seguros Carmen Paredes, su suegro,  el juez Salvador Casellas, rompió su silencio y accedió a hablar sobre los dramáticos eventos que han destrozado a dos familias, sobre el dolor que le causó la muerte de su nuera y  su  convencimiento de la inocencia de su hijo, acusado por estos hechos. 

A lo largo del año transcurrido  desde el fatídico 14 de julio pasado,  cuando Paredes fue encontrada muerta en la terraza de su casa, y la posterior    investigación criminal  que culminó con la   presentación de cargos  contra su hijo,    el juez Casellas había permanecido en silencio.

Se le observó caminar  aprisa, con la cabeza baja, inalterada su expresión, manteniendo un perfil bajo, discreto, en medio de la borrasca. 

Hoy, el amor de padre lo empuja a alzar su voz, una voz temblorosa por momentos, denotando un gran sufrimiento, para proclamar la inocencia de su hijo.

Una voz que expresa indignación y malestar  también ante el asedio del que fue objeto. 

Primera Hora solicitó al  juez Casellas que nos hablara sobre el drama que enfrentan  dos familias: la de Carmen Paredes, de un lado;  su madre, Aracelis Ortiz, y su hermano Joseph;  la suya propia y la de dos niñas, dos nietas  que pierden a su madre  y sufren por la acusación contra su padre, al que creen inocente. 

Cree en su hijo

“Se cumple un año desde la muerte de mi querida nuera Carmen. Le echo mucho de menos. Para mi esposa, Carmen Ana (QEPD), y para mí, ella era la hija que nunca pudimos tener.  La queríamos mucho”, dijo el juez expresándose primero por escrito.

“Ese día comenzó para mí y mi familia un camino muy doloroso. Inició con la muerte de Carmen y siguió con la acusación de mi hijo Pablo. Gracias a ‘La Comay’ y algunos medios inescrupulosos, Pablo fue acusado, juzgado y sentenciado en la opinión pública, violando su derecho constitucional a la presunción de inocencia y a un juicio justo e imparcial.  Mi familia y yo creemos firmemente en la inocencia de Pablo. Sus dos hijas están convencidas también”.

“Lo único que le ruego a Dios es que Pablo pueda tener un juicio justo e imparcial, aunque reconozco lo difícil que será ante una opinión pública ya contaminada, forjada por fuerzas que algún día se conocerán”.

“En esta ocasión tan especial, le tiendo mi mano y las más sinceras condolencias a la mamá de Carmen y a toda su familia de parte mía.  Nos une el cariño que le teníamos y que le tenemos a la memoria de Carmen. Nos une también el amor que le tenemos a nuestras dos queridas nietas, Carolina y María José”.

¿Cómo era la relación con su nuera?

La quería mucho. Era la hija que nunca tuvimos. Carmen Ana y yo tuvimos dos varones, dijo refiriéndose a su esposa, quien murió en medio del vendaval, tras una larga enfermedad.

Al plantearle al juez Casellas los señalamientos que se le hicieron de que entró a la escena  del crimen,  contestó indignado: “Eso es falso. El día de la muerte de Carmen, yo acudí a su casa, como un suegro dolido ante la pérdida de un ser querido. Ante todas las informaciones mal intencionadas sobre mi presencia  ese día, el Tribunal de Apelaciones de Boston realizó una investigación y encontró que ninguna de ellas se sustentaban”.

Se refiere a que el foro apelativo determinó que el juez no incurrió en  conducta impropia al entrar a la casa, mientras los investigadores procesaban la escena  en la urbanización Tierralta III en Guaynabo el 14 de julio de 2012.

Sobre su alusión al desaparecido programa SuperXclusivo, el juez expresó que “el asedio le provocó gran malestar”.

“Me asediaban en mi propia casa. Me invadían mi privacidad y en la calle... Uno se siente muy molesto cuando le violan su privacidad  hasta en su misma casa y en la calle es objeto de asedio”, reiteró.

Emocionalmente, ¿le afectaba?

Nunca dejé que me afectara emocionalmente, aunque tengo que admitir que era una gran molestia. Siempre lo vi como una falta de respeto a mi persona y a mi integridad.

¿Por qué entiende usted que se afectó la presunción de inocencia de su hijo?

Por la contaminación de la opinión pública, que en su día puede tener un efecto adverso en el juicio. Dios quiera que no lo tenga.

Reiteró que no tiene  la más mínima duda sobre la inocencia de su hijo.

¿No es por el amor de padre, que lo ciega? ¿Por qué tiene esa certeza?

No. Es porque yo conozco a mi hijo. Lo vi nacer. Es incapaz de hacer lo que se le imputa y sé que quería mucho a Carmen. Y lo he visto llorarla como solamente se llora a un ser querido.

Al plantéarsele al juez la situación  de sus nietas, en medio  del drama que viven las dos familias, comentó: “El  bienestar de nuestras nietas está en la mente de  las dos  familias y  ambas hacen lo posible para aminorar el impacto de la muerte de su mamá”.

Si usted cree en  la inocencia de su hijo, ¿significa eso que hay una investigación incompleta?

No tengo ningún comentario sobre el caso. Eso se verá en el tribunal.

Primera Hora preguntó al juez Casellas, quien es un fervoroso creyente y católico practicante, qué le pide a Dios, y cuál es su expectativa ante el proceso judicial, que prosigue el 29 de julio con la selección del jurado.

“Que el Señor le dé la fuerza a Pablo, a mí, a  ambas familias y a las niñas para  sobrellevar este proceso  que se avecina tan doloroso para todos.

El magistrado, que tiene la custodia de su hijo,  reconoce que es su sostén emocional.

“Yo me dedico gran parte de mi tiempo a apoyar a mi hijo, a acompañarlo y a  brindarle todo el ánimo que pueda en la difícil circunstancia en que se encuentra.

¿Y cómo lo ve a él?

A Pablo lo veo estable, confiado en su inocencia y fuerte ante el proceso que enfrenta. Él está estable y fuerte para enfrentar el proceso que se avecina.

¿Y usted?

Yo lo pongo todo en manos del Señor.

Sánchez Betances defiende investigación

Pasado un año del asesinato de Carmen Paredes, el caso contra Pablo Casellas se encuentra en etapa de juicio,  con la selección del jurado que prosigue el próximo 29 de julio.

Como indicó el fiscal Sergio Rubio a este diario, se han entrevistado ya tres paneles de prospectos jurados, integrados por  60 personas cada uno.

El secretario de Justicia, Luis Sánchez Betances, por su parte, declinó comentar sobre los méritos del caso indicando que “hay que esperar que el proceso termine”.

“Los fiscales están pendientes a juicio, pero ya está todo investigado. Lo único que le resta a Justicia es el juicio”, dijo.

En este caso, ¿podría pasar lo sucedido en otros casos, como el de Ana Cacho y el  de Aida de los  Santos, de una investigación defectuosa?

No creo que hay una mala investigación. Los tribunales han declarado que las armas ocupadas fueron legalmente ocupadas. Lo último que se resolvió es que el allanamiento de las armas fue válido.

Ahora... no hubo alteración de la escena ni intervención de nadie. Todo se preservó correctamente. Lo único que se cuestionó es lo de las armas  y fue altamente válido.

¿La prueba en este caso descansa en  evidencia circunstancial?

No puedo comentar sobre eso.

Como usted heredó este caso, el de Ana Cacho y el de Aida de los Santos, ¿usted defiende esta investigación a capa y espada?

¡Claro! Lo de capa y espada no son mis palabras. La labor de los fiscales fue profesional,  seria y transparente.

Se han lanzado dudas de que como el imputado es hijo de un prominente juez...

Eso no tiene absolutamente nada que ver y lo he dicho 20 veces: en el  Departamento de Justicia  no discriminamos ni tomamos en cuenta ningún criterio que no sea la evidencia misma.

La expectativa de Justicia es la convicción.

Eso es correcto, después de un juicio justo e imparcial. Es lo esperado.

Sánchez Betances aprovechó para corregir “el cliché” utilizado de que “se le va a hacer Justicia a la víctima”.

“Espero que  se haga justicia con la persona responsable. La justicia es con relación al imputado. No es a la víctima. El sistema de justicia tiene que ser... y por eso se llama proceso judicial, es que se haga un proceso justo al imputado.

En este caso, Pablo Casellas.

El cliché de que se haga justicia es a la víctima, recalcó. El que está sometido a la justicia es el imputado, no la víctima.

A un año del asesinato

Los procedimientos  que se han desarrollado a raíz de la muerte de Carmen Paredes siguen su curso  con el inicio  de selección de prospectos  jurados.

El 14 de julio de 2012  La ejecutiva de Assurant Solutions Carmen Paredes fue encontrada muerta en la terraza de su casa. 

3 de septiembre de 2012  El juez de instancia de Bayamón Rafael Villafañe determinó causa para arresto contra el corredor de seguros Pablo Casellas Toro y le impuso una fianza de $4,000,000. 

11 de septiembre de 2012  Certifican al juez federal Salvador Casellas como contribuyente bona fide, develándose que fue este quien prestó la fianza de su hijo. 

4 de octubre de 2012  Pablo Casellas renuncia a la vista preliminar para ir directo a juicio. Inicia proceso de descubrimiento de prueba. 

29 de octubre de 2012  Defensa solicita orden de mordaza para “evitar que el Estado y sus componentes policiacos, judiciales, investigativos y forenses filtren información inflamatoria y adversa”. 

31 de octubre de  2012  El juez José Ramírez Lluch impuso una orden de protección en la que exige a las partes abstenerse de filtrar información a terceros. 

11 de diciembre de 2012  Pablo Casellas solicita la modificación de sus condiciones de fianza para ir a la iglesia, hacer ejercicios, visitas médicas y trabajo, lo que le fue denegado. 

13 de diciembre de  2012  Casellas Toro fue recluido de emergencia en el hospital  San Juan Capestrano, en Río Piedras, debido a un quebranto emocional y una depresión mayor severa, que lo llevó a la idea de atentar contra su vida.

3 de marzo de 2013  Casellas Toro vuelve a ser ingresado al hospital, esta vez al San Pablo de Bayamón, luego de sufrir un accidente en el hogar.

21 de abril de  2013  ElTribunal de Apelaciones concedió a la defensa  el tiempo solicitado para prepararse para el juicio.

30 de junio de 2013  El Tribunal de Apelaciones denegó  la  solicitud  de la defensa de supresión de evidencia, específicamente las armas incautadas durante un allanamiento.

9 de julio de  2013  Surge información  de  que el abogado Francisco Rebollo se unió al equipo de defensa de Pablo Casellas, integrado por los abogados Arturo Negrón García, Harry Padilla y Juan Ramón Acevedo.