Jesús Francisco quería ayudar a Puerto Rico para evitar secuestros, muertes y asaltos
Así lo plasmó en su libreta como parte de una tarea de su clase de historia el 23 de septiembre.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Jesús Francisco Pérez, de 16 años, escribió en su libreta de la clase de Historia hace poco más de un mes que quería ayudar al país para evitar secuestros, muertes y asaltos, como si se tratara de una irónica premonición de cómo acabaría su vida.
El secuestro en el que fue asesinado ocurrió el sábado pasado, a eso de las 11:40 p.m., cuando varios encapuchados armados llegaron al estacionamiento del restaurante El Hipopótamo, localizado en la avenida Luis Muñoz Rivera, en Río Piedras, en una guagua Jeep Cherokee del 2020 color oro y bajo amenaza obligaron al dueño del establecimiento, de 83 años, su sobrino y al adolescente que laboraba allí, a que abordaran la guagua del negocio, marca Econoline E-250, color blanco.
Poco antes de irse escoltados por la guagua color oro, hubo un intercambio de disparos en el que se teoriza que el menor pudo haber resultado herido de bala. Sin embargo, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) a cargo de la pesquisa no ha revelado las circunstancias que rodean el crimen que ha estremecido a Puerto Rico y esta tarde ofrecerían una conferencia de prensa al respecto.
Su hermana mayor, Jenny Francisco Pérez, junto a otros miembros de su familia y entre lágrimas desde la funeraria Ehret, donde su padre hacía gestiones para su sepelio, mostró su cuaderno, el cual tenía apretado al pecho, del que leyó las respuestas que plasmó en su puño y letra.
“Mi hermano tenía sueños... quería ayudar al país donde él lo expresa aquí en septiembre 23 del 2021, en su libreta de historia, que lo mandaron a hacer unas tareas. Él podía escoger cualquier otra cosa y se refirió aquí en las necesidades de tu país: yo ayudaría en los asaltos, muertes y en los secuestros y hablaría con personas que puedan ayudarme en el caso”, reveló su hermana.
Cerca de esa fecha estaba por emitirse un veredicto de culpabilidad contra Jay O’Neill González Mercado, acusado por el secuestro y crimen de la joven Rosimar Rodríguez Gómez, aunque el menor no se refirió directamente al mismo.
El adolescente mencionó en la asignación que tenía habilidad para trabajar, jugar baloncesto y ayudar a personas en momentos difíciles y entre sus intereses manifestó que quería estudiar para tener un buen provenir en un futuro para él y su familia. En la segunda página se refirió al comerciante del restaurante El Hipopótamo como su abuelo, con quien quería estar por ser muy apegado a él y porque él y su esposa lo cuidaban desde pequeño mientras iba a trabajar.
“Muchísimas veces nosotros hablamos con mi padre (para) que se fuese en las navidades a Estados Unidos y él dijo que no quería ir para allá, porque él quería ayudar a sus viejos, que estaban muy mayores. Un joven agradecido. Él suplicaba por ir a ayudarlo al restaurante y se sentía feliz cuando un cliente le daba un dólar, lo que sea hasta las gracias, eso lo hacía a él sentirse orgulloso, porque estaba trabajando... y mira, esa noche lamentablemente no sabíamos nosotros que iba a terminar su vida ahí”, observó con estoicismo y orgullo.
Todavía incrédula, exhortó a la ciudadanía a que colabore con las autoridades para que se arresten a los responsables del vil secuestro y asesinato, al aclarar que tienen demasiadas preguntas sobre lo sucedido y ni el FBI ni el Negociado de la Policía de Puerto Rico les han informado nada sobre la pesquisa. También habló del clima de inseguridad que se vive en la Isla.
“Mi hermano es un joven que tenía sueños y metas, y cinco delincuentes sin escrúpulos le apagaron la vida... queremos que en la Isla del Encanto se unan a nosotros y entreguen a esos delincuentes cualquier persona que los vea, porque hoy día somos nosotros (quienes) estamos aquí sufriendo un dolor tan grande que no se despide con nada y no queremos a que a nadie le pase lo mismo, porque se perdió una vida, pero mañana pueden ser dos, tres”, puntualizó.
El cadáver baleado del adolescente fue localizado a las 5:33 a.m. del domingo, en el estacionamiento de la gasolinera Puma, de la carretera PR-1 en el barrio Ríos, en Guaynabo, y la guagua del comerciante apareció quemada cerca de ese sector. El octogenario y su familiar fueron libertados luego de un pago de $80,000 por su rescate.
Según trascendió, entre los sospechosos podría figurar un exempleado del negocio que presuntamente pudo planificar el secuestro ya que compartió información sobre las finanzas del restaurante con el convicto federal Geofley Jomar Pérez, cabecilla de una pandilla que opera en Río Piedras, y con varios de sus integrantes.
Luego de que el domingo pasado el FBI publicara imágenes en las que se veía a Pérez montándose en un vehículo que fue usado para recoger la recompensa en conexión con el “carjacking”, secuestro y asesinato, la magistrada federal Camille L. Vélez Rivé emitió una orden de arresto en contra del individuo, quien fue visto en posesión de un arma de fuego por el oficial probatorio en las fotografías.
Un vehículo similar fue ocupado durante la tarde hoy por los investigadores federales.
También se le desestimaron cargos estatales por violación a la Ley de Armas y cuatro cargos por violación a la Ley de Sustancias Controladas de Puerto Rico, por violación a su derecho a un juicio justo.
Este fue vinculado con el asesinato de un hombre en marzo del 2020 en la urbanización Villa Granada en Río Piedras, pero no se le radicaron cargos estatales.