Investigan conexión entre incidentes de violencia en Manatí, Ciales y Florida
La víctima más reciente es un fugitivo federal buscado por narcotráfico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Las autoridades intentar armar, como si se tratara de un rompecabezas, la saga de violencia generada esta semana en Manatí, Ciales y Florida, para establecer si se trata de la secuela de una guerra por narcotráfico desatada tras desarticularse la organización criminal conocida como Hasta Los Marcian, en septiembre de 2023.
Las División de Homicidios de Arecibo y los Negociados de Inteligencia y Arrestos y de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales junto a agencias federales, se encuentran evaluando la evidencia de estos casos para poder encaminar y vincular las pesquisas, si así se comprueba.
El caso más reciente se reportó a las 12:44 a.m. de hoy, miércoles, frente al edificio 22 del residencial Enrique Zorrilla, en Manatí, donde sicarios armados con pistolas y rifles asesinaron a Christopher Alberto Centeno Marrero, alias Chupi y Chupa Compras, de 29 años, natural de Manatí.
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Al presente, se desconoce si se estaba ocultando en el residencial donde había vivido siempre o regresó con algún propósito siendo ultimado.
Mientras el occiso estaba en una probatoria estatal por violación a la Ley de Armas, el 20 de septiembre del año pasado, un gran jurado federal en el Distrito de Puerto Rico formuló cargos acusando a 42 pandilleros de Manatí, entre ellos “Chupi” de conspiración para poseer con intención de distribuir, posesión y distribución de sustancias controladas y violaciones relacionadas con armas de fuego, por lo que se encontraba fugitivo.
Según el pliego acusatorio, desde 2016, se alega que la pandilla distribuyó heroína, fentanilo, crack, cocaína, marihuana, Tramadol y Clonazepam dentro de un radio de 1,000 pies de los residenciales públicos Enrique Zorrilla, Villa Evangelina, Vivamery y Los Murales; el barrio Cerro Gandía y el Cementerio Morovis.
El ángulo que se investiga como motivo del crimen es el narcotráfico
Poco después, se recibió una llamada notificando que en el barrio Montebello, que conduce de Manatí a Florida, había una guagua incendiada, marca Hyundai Tucson, azul, robada el 8 de enero en el área policíaca de San Juan. Se indaga si tiene o no relación con la ejecución del fugitivo federal.
De otra parte, la directora de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Arecibo, teniente Francheska Barreto, dio a conocer que hoy harán un “análisis profundo”, para descubrir si el asesinato de un hombre cuyo cadáver parcialmente quemado fue localizado a las 5:30 a.m. del lunes, en el kilómetro 7.0 de la carretera PR-642 del sector Villamil, en Florida, tiene vínculos con el crimen de “Chupi”.
Robinson “Robin” Quiñones Quiñones de 30 años y vecino del residencial Villa Evangelina en Manatí, tenía expediente criminal por violación a la Ley de Sustancias Controladas del año 2016, pero se desconoce la disposición del caso en el tribunal.
Sobre un hombre que esa tarde llegó a un hospital en Manatí con traumas y quemaduras de segundo grado, identificado como Eddie Joel Roldán Garay de 27 años, también vecino del residencial Villa Evangelina, aún está en etapa de entrevistas no se ha relacionado directamente con la pesquisa de Robin.
“Las investigaciones están bien encaminadas. Sabemos que cuando se interviene con una organización de narcotraficantes otras organizaciones están pendientes a ese residencial (Enrique Zorrilla), pero no hemos identificado a ninguna, las divisiones de inteligencia y drogas están trabajando en ese ángulo”, agregó Barreto.
En torno al crimen a balazos de una mujer sin hogar hallado a las 7:45 a.m. de ayer, martes, a orillas de la carretera PR-632 a la altura del kilómetro 1.0 del barrio La Cumbre, en Ciales, pero que se presume que asesinaron la noche antes, los investigadores lograron identificar a un familiar que acudirá al Instituto de Ciencias Forenses para fines de su identificación.
La fallecida era vecina de Manatí. En la escena se recuperaron como evidencia 32 casquillos de bala.
En esta etapa de la pesquisa no se descarta ningún motivo, subrayó Barreto y no tienen claro si se vincula con el trasiego de drogas, con la violencia de género u otros ángulos.
Las confidencias recibidas apuntan a que alguien hurtó un bulto con sustancias controladas del residencial Colinas de Jaguas, en Ciales, y que ese incidente pudo hacer estallar la violencia.
El crimen de Centeno Marrero es investigado por la agente Roynashmil Rodríguez Martínez, bajo la supervisión del sargento Reynaldo Jiménez Reyes y junto al fiscal Luis R. Vega Rosario.
En lo que va de año se han reportado 15 asesinatos, siete menos que los ocurridos para esta fecha en el 2023.
Si posee información que ayude al esclarecimiento de estos casos llame a la línea confidencial del Negociado de la Policía de Puerto Rico al (787) 343-2020.