La secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Ana Escobar Pabón, confirmó hoy que el confinado Jonathan Santiago Cortés recibió un puño en el rostro de parte de otro recluso, el sábado, en medio de un altercado por motivos que no fueron divulgados.

Santiago Cortés acusado por el crimen de su hijo Jeiden Elier de 8 años, quien ha recibido amenazas de muerte en la prisión en la que se encuentra confinado debe estar aislado del resto de la población y cada 15 minutos los oficiales correccionales le dan rondas, según fue dispuesto por Escobar Pabón.

Ambos confinados, de forma separada, fueron llevados al Centro Médico Correccional para evaluación médica. Los dos recibieron servicios ambulatorios. Se informó que están “en buen estado de salud”.

“Estamos iniciando un proceso de investigación para evaluar el incidente y determinar responsabilidades. Si la investigación, arroja negligencia en el cumplimiento del deber procederemos a aplicar las sanciones disciplinarias correspondientes”, sentenció Escobar Pabón, en declaraciones escritas.

Los sucesos se reportaron al día siguiente de que el juez Edwin Flores, del Tribunal de Caguas, encontró causa para juicio contra el imputado, después del desfile de prueba que mostraba las imágenes del pequeño con los golpes recientes y anteriores que sufrió según se observaron durante su autopsia luego del asesinato ocurrido el 9 de agosto, cuando recibió la última golpiza de su breve existencia.

Santiago Cortés de 27 años, expresó que no tiene interés en radicar una querella.

“Dentro del proceso de investigación, se le dio acceso a la Policía de Puerto Rico para la posible radicación de una querella. El confinado Jonathan Santiago aseguró que no tenía interés. Como medida cautelar, se reubicaron hoy ambos confinados. Responsablemente, hemos tomado medidas de seguridad más estrictas para evitar que esta situación se repita”, aseveró la funcionaria.

El confinado enfrenta cargos de asesinato en su modalidad de maltrato (Artículo 93B) y violación al artículo 59 (maltrato) de la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores.

Hace unos 20 días, el padre del menor, hizo alegaciones de que teme por su vida a través de su abogado, Luis Pérez Bonilla, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL).

En aquel momento, Escobar Pabón aclaró que el confinado no les notificó que su vida corría peligro y procedió a tomar medidas para su protección.