El asesino confeso del  afamado estilista y maquillista artístico, Milton Medina Morales, fue llevado a la sala de investigaciones del Centro Judicial de Mayagüez, para la radicación de cargos criminales, horas después de que les pidiera perdón a los familiares de la víctima por el horrendo crimen.

La fiscal Yanitza Negrón Rosado expidió la boleta para que el agente Samuel Lugo, de la Unidad de Homicidios del CIC de Mayagüez, radicara denuncias contra Richard Soto Vélez, de 20 años, por los delitos de asesinato en primer grado con agravante de crimen de odio, ley de armas y destrucción de evidencia.

Soto Vélez fue llevado ante la presencia de la jueza Linette Ortiz Martínez, quien encontró causa para su arresto por los tres delitos y le impuso una fianza de dos millones de dólares que no pudo prestar, por lo que fue ingresado en la cárcel Las Cucharas de Ponce, luego de que fuera fichado en la comandancia de Mayagüez.

Los hechos que han consternado al país ocurrieron en la madrugada del pasado lunes, horas después de que ya había planificado que asesinaría a Medina Morales, con quien llevaba varias semanas compartiendo luego de que la víctima lo recogiera en su residencia en el barrio Casey Arriba, sector Los Flores de Añasco.        

“Le quiero decir (a los familiares) que le pido perdón por lo que ocurrió, que me perdonen, que estoy arrepentido por lo que ocurrió y espero que ellos puedan perdonarme’’, fueron las únicas palabras que expresó el asesino confeso, que durante su relato a los investigadores admitió que desde que abordó el vehículo de Milton, ya tenía en su mente darle muerte.

Por su parte, Miriam Medina Morales, hermana de la víctima, dijo que como familia cristiana que son perdonan que Soto Vélez les haya ‘’arrancado parte de su corazón’’, pero a la misma vez confían que en su momento se haga ‘’justicia, tanto divina como en la tierra’’.

“Que Papá Dios se encargue de impartir esa justicia y aquí también en la tierra, de nuestra parte como familia cristiana que somos lo perdonamos, porque no podemos guardar el odio y el rencor, pero tiene que pedir mucho perdón a Dios para que tenga piedad de él’’, dijo Miriam, actuando como portavoz de la familia Medina Morales al reaccionar al pedido de perdón que ha hecho el asesino confeso de su hermano.

El teniente Joel González, director de Homicidios, explicó que Soto Vélez en su confesión alega que desde que se montó en el vehículo de Medina Morales, cuando éste último lo recogió frente a su residencia, había tomado la decisión de que lo iba a asesinar, por lo que todo el relato continúa bajo investigación y en última instancia sería la fiscalía la llamada a determinar si existe el agravante de que fue “un crimen de odio”.

“En el 2011 cuando se vio el caso de violencia doméstica, un jurado lo absolvió, no obstante en los récords de la policía aparece como una persona agresiva, por lo que la investigación habrá de continuar”, dijo el teniente González al destacar que Soto Vélez alega asesinó a la víctima a machetazos, fue en su vehículo a buscar gasolina a su residencia, regresó, le pego fuego al cuerpo, para luego ir unos 8 kilómetros de distancia y también incendiar el auto de Medina Morales.

González explicó que no hubo “una pelea, no hubo discusión, aquí simplemente la emprendió con el machete y lo cortó’’, provocándole heridas en la cabeza, los muslos, en el torso y algunas de defensa en las manos, que le provocaron la muerte a la víctima, cuyo cuerpo fue encontrado calcinado por las autoridades, pero no se ha encontrado su cartera.

El machete con el que ocurrió el crimen fue ocupado en un área de Río Grande de Añasco en jurisdicción del barrio Espino de esa población y cuando Medina Morales fue arrestado en su residencia, la ropa que tenía puesta cuando ultimó a la víctima.

“Hasta el momento de la versión que él nos da, no tenemos elementos de que sea un crimen de odio, pero esa determinación será del Departamento de Justicia, pero nosotros el móvil todavía lo seguimos trabajando, hasta que el Instituto de Ciencias Forenses culmine con sus hallazgos y evidencia que se evalúe aquí y otra fuera de Puerto Rico, pero no sabemos qué tiempo podrían tomar esos análisis’’ concluyó González.

La vista preliminar fue pautada para el 20 de febrero.