Transcurridos más de cuatro meses de la misteriosa muerte de Neishmarie Estrada Serrano de 26 años, en la habitación del apartamento de su pareja en el condominio La Loma, en Fajardo, el 30 de junio, todavía su causa de muerte es incierta.

Debido a la complejidad de la escena el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) ha tenido que realizar varios análisis especializados, que toman tiempo en ser procesados, para que esa prueba científica les de a conocer si se trató o no de un suicidio, como alegó su compañero o si se encuentran frente a un feminicidio, cuyo protocolo se puso en vigor desde los inicios por el comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico, Antonio López Figueroa.

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El director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Fajardo, teniente Luis Rivera, explicó que de su parte se ha completado la pesquisa y que dependen de estos resultados para finalmente reunirse con los fiscales asignados para consultar el caso.

“Lo que estamos esperando es la determinación de causa de muerte. Que nos entregen los análisis. El trabajo está hecho de parte de la Policía”, afirmó el teniente Rivera.

Entre las gestiones investigativas se incluyen los análisis de la escena y entrevistas.

“Todo lo que se tenía que cubrir lo hemos hecho”, reafirmó el funcionario.

Su cadáver fue encontrado con un impacto de bala en el cuello por su pareja consensual, el médico Efraín Clemente Marrero Alvira. de 35 años, con quien compartió durante dos años y su vehículo marca Chevrolet Corvette negro y del año 2015, ya fue analizado.

De acuerdo con su versión, Estrada Serrano y él compartieron en una actividad de automovilismo, luego fueron a un negocio de Hato Rey y ella, presuntamente, ingirió bebidas alcohólicas, lo que -según su familia- no acostumbraba a hacer y vomitó en el vehículo deportivo.

Luego que llegaran al apartamento, Marrero Alvira salió para lavar el carro en la casa de su mamá y, al regresar, a eso de las 8:17 p.m. la encontró muerta en la habitación matrimonial.

El cuerpo presentaba un impacto de bala en el lado derecho del cuello, que se presume se propinó con un arma de fuego para la cual la víctima poseía licencia de portación. La pistola, una Sig Sauer modelo P-367, fue localizada en el piso.

Como parte de la pesquisa se ocupó también el teléfono celular de la víctima, quien era madre de tres menores, para analizar el contenido.

También se indagó sobre un incidente de violencia doméstica ocurrido el 4 octubre de 2023, en presencia de uno de sus hijos. El Departamento aclaró que, por estos sucesos se le radicaron al galeno dos cargos por maltrato y uno por maltrato bajo amenaza, al amparo de la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica y en la etapa de juicio el juez José Marrero Pérez, archivó los cargos ya que la perjudicada no tenía interés en continuar con el proceso.

Durante la vista el Ministerio Público se opuso al archivo del caso porque no se cumplía con los criterios requeridos para poner fin al proceso.

La joven había tomado el examen para ser reclutada como azafata y laboraba en promociones.