El incidente en el que un joven de 17 años mató a la mascota de su novia con un arma blanca, hiriéndola a ella  en los brazos, en lo que aparenta ser un arrebato de celos, fue descrito por el psicólogo Alfonso Martínez Taboa como un tipo de violencia   machista.

Los hechos de este caso ocurrieron en  el  sector La Mancha del barrio Barrero de Rincón, cuando el jovencito le increpó molesto a su pareja sobre los motivos que tuvo para pasar la noche en un hotel supuestamente en compañía de un amigo.

Él llegó molesto. Según la Policía, agredió a la perrita; la agarró por una patita y la apuñaló y su novia recibió las heridas en los brazos.

“Es una ideología cultural. Es la mujer propiedad mía. Es una ideología. En esta ideología, si la mujer violenta las reglas, hay que castigarla porque está violentando mi honor de hombre. Me está pisoteando mi honor”, dijo  Martínez Taboa.

El experto en conducta humana indicó a Primera Hora que en violencia de pareja, los especialistas  han sacado una tipología  de personas que agreden a alguien pero tienen diferentes perfiles.

“Uno de estos perfiles es  de  las persona que tienen un trastorno mental, como una sicósis, depresión muy severa o trastorno bipolar,    que cuando pasa un mal rato, como este muchacho parece que pasó, me imagino, no tiene herramientas  para poder controlar sus emociones. En ocasiones así, puede ser que exploten”, describió.

Martínez Taboas, considera que en términos de los tipos, es el menos problemático. El menos que se da.

Otro tipo, dijo,  es el muchacho o la muchacha que ya tiene desde niño, desde los  cinco, seis o  siete años, problemas serios de conducta.

“Son los que llaman  problemas de conducta persistente. Si examinas el  historial de este tipo,  a los 15 años  la policía ha intervenido con él, lo han sacado de la escuela varias veces por  problemas  de disciplina, se busca problemas de peleas  físicas con sus  compañeros en la escuela”, acotó.

El perfil de este joven, agregó, es el de  un muchacho que ha tenido persistentes problemas de agresividad y ya la familia,  los abuelos,  los conocidos y amigos, lo identifican como una  persona explosiva.

El otro tipo, dijo el psicólogo,  es una persona que no ha tenido historial de agresividad. Una muchacha o muchacho relativamente  normal, con notas  normales, no tienen historial psiquiátrico, ni problemas de  disciplina. Este tercer tipo es el machismo, apuntó. 

“Me están pisoteando mi honor.  Este muchacho, vamos a suponer, que todos los vecinos digan que este muchacho es buena gente, pero se enfrenta con que su novia  tuvo un desliz y él  busca en su mente qué  yo le hago a  la persona”,  puntualizó.

“Lo que adquiere es una ideología machista. Una persona que no es violenta se puede volver potencialmente violenta porque es algo que no puede tolerar porque les estás pisoteando su hombría. Una de las alternativas  que le  viene a la mente es: 'Tengo que castigarla. Le voy a matar la perrita y así la castigo. Ella me hizo algo. Me pisoteó mi hombría. Mi honor. Hay que hacer algo para que ella sufra”, dramatizó el científico social.

Martínez Taboa indicó que este tipo, según los expertos en violencia de género, en muchos casos, puede ser un político, un buen padre, un ejecutivo de primera, que en situaciones en que se ve amenazada su hombría, bien sea  porque ella está coqueteando, porque le es infiel, ahí revienta.

“La mayoría pertenece a este tercer tipo. Puede ser mi hermano o  mi hijo que se mete en esos problema  porque el machismo es terrible. Te sientes tan ofendido, tan poca cosa, que la venganza es lo que te viene a la mente.  El quería vengarse y matar el animalito”, destacó.