El hombre que murió tras recibir un impacto de bala en la cabeza mientras agentes de la División de Drogas Metropolitana realizaban una intervención en el residencial Jardines de Cupey fue identificado como Omar Ariel Vázquez Rivera, de 40 años, con residencia en Trujillo Alto.

Ayer, martes, durante la conferencia de prensa para anunciar los resultados del operativo “Hora Cerro”, que impactó a miembros de seis organizaciones criminales en el noreste de la Isla, el coronel Carlos Cruz, jefe de la superintendencia auxiliar de Operaciones Especiales (SAOE), dio a conocer su deceso.

No obstante, luego se aclaró que fue declarado muerto el lunes a las 6:00 p.m. mientras recibía asistencia médica. El occiso no poseía expediente criminal.

De acuerdo con la querella, esa madrugada se estableció un plan de trabajo y los agentes se encontraban transitando por el residencial cuando observaron frente al edificio 6 a dos hombres, uno sentado y otro de pie con un arma en la mano.

Uno de los agentes se bajó del vehículo oficial confidencial, descrito como un Honda Accord, negro y del 2023, identificándose como policía.

Este le dio los comandos verbales para que soltara el arma, pero el sospechoso les apuntó comenzando a alejarse de ellos. Los otros agentes salieron también del automóvil y el primer agente usó su arma de reglamento disparando en 14 ocasiones, porque alegó que temió por su vida.

Otro agente le disparó en seis ocasiones hasta que cayó al pavimento.

A eso de las 5:13 a.m. se hicieron gestiones para llamar a una ambulancia en la cual fue transportado al Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras.

En la escena se ocuparon como evidencia 20 casquillos calibre 9 milímetros y donde estaba el herido, una pistola Glock modelo 19 del mismo calibre, con un cargador con capacidad para15 balas el cual estaba roto y 17 municiones. No se ha indicado si poseía licencia para portación de armas de fuego.

También incautaron una motora Gator 200T3, color negra y roja y varios vehículos de motor.

Durante la inspección de una alcantarilla en busca de evidencia se ocupó un teléfono celular que estaba roto y un radio de comunicaciones, color negro, sin tapa, ni baterías.

La fiscal Melba López Ramos, impartió instrucciones para que se ocuparan las armas de reglamento de los cuatro agentes involucrados para fines de la pesquisa y realizar las pruebas de balística correspondientes.

La agente Vilna Rodríguez y la inspectora Miriam López Cotto del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) junto al sargento Luis F. Escobar Padró de la División de Investigación de Uso de Fuerza de San Juan (FIU, en inglés), investigaron la escena.

Las estadísticas del Negociado de la Policía de Puerto Rico sobre Incidentes de Uso de Fuerza no están actualizadas y según la publicación, hasta el 26 de agosto se habían reportado 7 muertes en custodia de la Policía durante el proceso de ser arrestado, lo que constituye un aumento si se compara con un solo caso, a esa fecha, en el 2023.

Además, informa que en el 9.5 % de los incidentes se uso un Nivel 4 que tipifica la fuerza como una letal.