Ayer, lunes, la División Drogas San Juan arrestó en el residencial Alejandrino a un individuo conocido como Malito Laguna, quien supuestamente había colgado en las redes sociales una amenaza de muerte contra el agente de 35 años. Esta persona está bajo custodia federal y sería acusado próximamente por posesión de marihuana y cocaína.

Sobre otras dos “personas de interés” en torno al crimen de Pérez Ríos, Caldero López anticipó que uno de los sujetos es conocido por el apodo de “Satanás” y el tercero es llamado “Manuel”.

Según Caldero López, la investigación del asesinato “va bien encaminada”. Las declaraciones del funcionario surgieron en un aparte con la prensa en el Cuartel General de la Policía, minutos después de darle el pésame a Sandra Ríos, madre del agente caído.

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Poco antes, el jefe policiaco no se había reunido con la comandante Jazmín Pérez, quien dirige la pesquisa sobre el crimen de Pérez Ríos, quien recibió unos 40 impactos de bala al ser emboscado por tres gatilleros cuando salía de una gasolinera Shell en el sector Caimito, en Río Piedras.

“Hemos recibido muchas confidencias y estamos en el proceso de levantar la evidencia”, sostuvo Caldero López.

Pérez Ríos, quien estaba adscrito al cuartel de Caimito, recibió inicialmente varios impactos de bala por la espalda, pero luego, al caer al piso, los sicarios se le acercaron y lo atacaron nuevamente con tiros a la cabeza. Se desprende de la pesquisa y de los vídeos de seguridad de cámaras instaladas en la gasolinera que una cuarta persona esperaba a los tres gatilleros en un automóvil gris.

Ayer, la plana mayor de la Policía confirmó públicamente que Pérez Ríos, natural de Arecibo, había recibido amenazas de muerte por la red social Facebook y por la aplicación Whatsapp. Sin embargo, al ser cuestionado por la prensa sobre este asunto el teniente Rubén Gómez Sanabria, jefe del cuartel de Caimito, dijo desconocer sobre la amenaza.

Preguntado hoy sobre esta aparente discrepancia, Caldero López dijo que el asunto de la amenaza se “está investigando”.

“Sí había una amenaza que se descubrió había recibido y estaba en las redes. Hay un equipo que está investigando en el cuartel si lo había informado. Pero tenía un radio”, afirmó el jefe policiaco al aludir a que es uso y costumbre en la Policía que se le asigne a agentes que reciben algún tipo de amenaza radio ‘scanner’ para su uso las 24 horas.

“A lo mejor no lo sabía el teniente, pero un supervisor le asignó un radio”, dijo Caldero López.

Pérez Ríos fue acribillado en una gasolinera donde acostumbraba a brindar servicios de seguridad en su tiempo libre, aunque ese no era el caso el lunes de madrugada.

Cuestionado sobre cómo el agente ofrecía servicios a poca distancia del lugar donde vivía el individuo que supuestamente lo había amenazado, Caldero López respondió: “Esa es una decisión que él tomó y hay que respetársela”.

Calderó López indicó que Pérez Ríos había intervenido con Malito Laguna como parte de una “investigación reciente”. También habló de una intervención con la misma persona en agosto y otra “anteriormente”. Ha trascendido que uno de estos arrestos fue por un arma ilegal y también se supo ayer, lunes, que el individuo había sido arrestado hace unas semanas por agentes de Drogas San Juan al ser sorprendido con sustancias controladas y un radio ‘scanner’.

En la Policía, ni en el Departamento de Justicia, nadie ha precisado esta tarde por qué no se acusó inmediatamente al individuo.

A preguntas de este medio, Caldero López dijo que Pérez Ríos tenía en su expediente 11 querellas en 13 años de servicio en la División Drogas San Juan, en Fajardo y en Caimito. Algunas se relacionan con un accidente con un vehículo oficial, la pérdida de un arma de fuego y un chaleco antibalas. En otra se alegó maltrato verbal, pero la investigación concluyó a favor del agente. Una adicional aludió a un presunto registro ilegal, pero Caldero no indicó si en ese asunto se llegó a una resolución final.

Hoy la madre del agente asesinado regresó al Instituto de Ciencias Forenses para identificar a su único hijo como parte del protocolo de rigor en estos casos.

“Es uno de los momentos más tristes que puede pasar cualquier persona que ocupe este puesto. Se tiene que enfrentar a los familiares cuando se pierde un miembro (de la Policía). Obviamente la señora tiene una serie de inquietudes sobre su único hijo. Está bien afectada y le dimos el más sentido pésame”, comentó Caldero López tras reunirse con la fémina.

Ríos, mientras, acudió brevemente al Cuartel General para hablar con Caldero López, pero hizo no expresiones a la prensa.

La Policía informó que el velatorio del agente Pérez Ríos será en la Funeraria Cristo Rey, en Arecibo.