Hijo y sobrina de Georgina Ortiz implican ex juez y mucama en crimen-VÍDEO
Alegan que el ex juez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué, planificó el crimen y que Aida de los Santos Pineda lo ayudó.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
Guayama. Casi en la etapa final del juicio que se sigue contra la empleada doméstica Aida de los Santos Pineda por supuestamente matar a su jefa Georgina Ortiz Ortiz, los familiares de la víctima abandonaron un silencio autoimpuesto para conversar sobre el asesinato de “Ginny” o “Ginín”, como le llamaban cariñosamente, y para desmentir las sombras que se han levantado sobre su reputación.
En entrevistas por separado, Luis F. Palau Ortiz, hijo de Georgina, y su sobrina, Lisa Colón Ortiz, afirmaron que De los Santos Pineda, de 58 años, participó de alguna manera en el asesinato de Ortiz Ortiz, de 72 años.
Relacionadas
Sin remilgos, Palau Ortiz también vinculó al esposo y el ex juez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué, en la muerte de su madre.
Pese a que Irizarry Yunqué descubrió el cuerpo de su esposa y durante el proceso criminal han surgido interrogantes sobre la relación entre la pareja y su comportamiento después de su muerte, el hombre, de 91 años, no se encuentra en la lista de testigos de la defensa.
Lejos de la imagen de egoísta, obsesionada con su físico y enredada con sus presuntos amantes que se machaca en la sala 1105 del Tribunal de San Juan, Colón Ortiz describió a su tía como una mujer que siempre estuvo pendiente de las necesidades de su familia.
Con brillo en los ojos recordó a titi Ginín como una mujer bromista, vivaracha y trabajadora, que gozaba de la música y el baile, pero de temperamento fuerte.
Nacida en Coamo, el 22 de febrero de 1938, Ortiz Ortiz era la sexta de 12 hermanos. Conoció a Irizarry Yunqué cuando se desempeñó como secretaria de un abogado en Ponce. Se volvieron a reencontrar luego de que el ex juez enviudó y después que ella se había separado de su primer esposo, con quien procreó a sus dos hijos, Luis y José.
La pareja unió sus vidas el 23 de noviembre de 1996. Como parte del amor que se profesaban, se enviaban notas y cartas de amor, que su sobrina conserva.
El ex juez también empezó la tradición de regalarle una pulsera a su esposa en cada aniversario. Cada prenda tenía una inscripción con la fecha de la boda y las iniciales de ambos.
“Para esa fecha (en que murió) debía tener 13 pulseras, y me consta que ella no las usaba completas... Me atrevo a decir que dejaba tres en un cofre de prendas en el cuarto donde dormía. Pienso que esas pulseras se las llevaron ese mismo día de allí. De lo contrario, si hubiese sido antes, ella se hubiera dado cuenta”, indicó Colón Ortiz.
En el juicio, la ex compañera del nieto de De los Santos Pineda, Marangeli Merced, declaró que tras la muerte de Ortiz Ortiz la empleada doméstica le entregó tres pulseras con la inscripción C y G para que las llevara a borrarle el grabado y luego las vendiera.
La sobrina de Ginny está convencida de que De los Santos Pineda participó en la muerte de su tía.
“No sé qué razón tuvo (Aida) para dejar entrar a esa persona al apartamento mientras mi tía se bañaba. Ese cuchillo que ella dice que mi tía fue a buscar a la cocina y lo puso en la mesita de la entrada yo estoy casi segura que esta señora fue la que buscó el cuchillo y lo puso encima de la mesa. ¿Por qué te digo todo esto? Porque ella en las diversas versiones que ha dado ha dicho medias verdades de lo que pasó en ese sitio”, planteó Colón Ortiz.
Palau Ortiz, por su parte, teorizó que Irizarry Yunqué, quien durante un tiempo intentó convencerlo de que estudiara Derecho, planificó la muerte de su mamá.
“Creo que Carmen (De los Santos Pineda) buscó a alguien que matara a mi mamá a encargo de Carlos. Creo que Carmen facilitó el acceso y después limpió la escena”, indicó Palau Ortiz en entrevista escrita desde el estado de Florida.
“Creo que Carlos le pidió a la mucama que le ayudara con el ‘problema’. Pienso que el técnico de computadoras encontró algo en el disco rígido (duro) borrado que enojó a Carlos y como mi mamá tenía planeado divorciarse, decidió por una alternativa más económica”, agregó.
De los Santos Pineda utilizó el nombre de Carmen Pichardo mientras trabajó como empleada doméstica del ex juez y su esposa.
Palau Ortiz también indicó que para el 17 de agosto de 2010, cuando fue asesinada Georgina, el ex juez no presentaba síntomas de demencia senil. En el juicio, una nieta declaró que su abuelo sufre de demencia senil, pero la Fiscalía no ha presentado prueba que sustente su condición.
“Si estuviera enfermo o senil, no fuera catedrático de leyes. Aunque tenía sus achaques, su mente estaba clara”, insistió.
Colón Ortiz se mostró agradecida con la investigación que realizó la agente Ormarie Roque y reconoció que ha sido difícil. Palau Ortiz, sin embargo, describió la pesquisa como un “chiste”.
“Creo que la hicieron mal a propósito”, apuntó el hombre, que realizó el brindis durante la boda de Ortiz Ortiz e Irizarry Yunqué.
Colón Ortiz también entiende que el proceso no acabó con la radicación de cargos contra De los Santos Pineda.
La familia de Ortiz Ortiz guardó silencio durante el proceso criminal para no afectar el juicio, pero ante la información que ha surgido sobre el comportamiento de la víctima, sintieron la necesidad de aclarar el récord.
“Decidí hablar porque esto ha tenido tanto auge público, y no habíamos hablado porque esperábamos que esto fuera un juicio justo, y queríamos dejar a la misma justicia que hiciera su trabajo. Yo no tengo nada en contra de ellos (los portavoces de la comunidad dominicana que defienden a De los Santos Pineda), y me da mucha pena cuando ellos dicen que ella está acusada por ser pobre, negra e inmigrante. Este juicio en contra de Aida es porque ella sabe lo que pasó allí, y vuelvo y te repito esta acusación no es para ella sola, es en concierto y común acuerdo con otra persona que no ha sido identificada porque ella no dice quién la ayudó a cometer tan horrendo crimen”, subrayó Colón Ortiz.
La sobrina de Ginny también cuestionó por qué la defensa insiste en dirigir los cañones hacia el ex juez y trata de dañar la reputación de su tía, pero no explica por qué De los Santos Pineda se ubica en el lugar del crimen y ha ofrecido versiones contradictorias sobre lo ocurrido hace casi dos años.
Durante el proceso judicial no ha desfilado ninguna evidencia que vincule directamente al ex juez con el crimen de su esposa.
Un jurado compuesto por tres hombres y nueve mujeres juzga desde el 6 de junio la evidencia contra De los Santos Pineda por un cargo de asesinato en concierto y común acuerdo con otra persona que nunca ha sido identificada y otro de violación a la Ley de Armas.
Según ha trascendido en el juicio, De los Santos Pineda ofreció dos versiones a la agente Roque. En una de ellas, establece que la tarde del 17 de agosto de 2010 observó a un hombre caminar por el pasillo hacia el cuarto de Ortiz Ortiz. Luego, bajó a buscar unos encargos y cuando regresó al apartamento, la puerta de entrada estaba cerrada y su cartera colocada en la perilla, por lo que cogió sus cosas y se fue.
En la otra versión, la acusada planteó que al regresar al apartamento, tocó la puerta del apartamento y su jefa le abrió, ya herida, con una toalla en el cuello. En ese instante, un sujeto la agarró, la llevó a la cocina y la obligó a irse.
Irizarry Yunqué descubrió el cuerpo de su esposa pasadas las 5:00 p.m. cuando regresó de dictar sus cursos en la Universidad Interamericana. Sin embargo, dos testigos alegan haberlo visto allí unas horas antes.
Ni el hijo ni la sobrina llegaron a la escena la tarde del crimen, pero Colón Ortiz recordó que el día que fueron a recoger las pertenencias de su tía, el ex juez le pidió que le dejaran algunas cosas de Ginny para recordarla.
Mientras la información continúa fluyendo en la sala 1105 del Tribunal de San Juan, la familia de doña Ginny espera que culmine el proceso criminal para realizar una ceremonia y ubicar sus cenizas en un lugar donde finalmente pueda descansar en paz.