Hija de mujer asesinada en Caguas no entiende qué le pasó a su papá
Durante esta tarde se espera que la Fiscalía de Caguas radique cargos contra el ex sargento por asesinato y la ley de armas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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La doctora intentó aclarar la relación de sus padres, pero el asesinato de su madre a manos de su padre en hechos registrados el pasado martes por la noche en la urbanización Villa Borinquen de Caguas, levantaba interrogantes que desafiaban la lógica y la comprensión.
La galena generalista aun así aseguró que el crimen contrastó con su vida, con su familia y con los valores que sus padres le habían inculcado. El asesinato, acaecido frente a vecinos de la comunidad, en medio de gritos y lágrimas, devastó a dos familias unidas por los matrimonios de cuatro hermanos. Ahora las familias lloran por la víctima y el victimario, una enfermera retirada y un ex sargento de la Policía, que protagonizaron otro presunto incidente de violencia doméstica en octubre del año pasado, pero que no trascendió más allá de una vista preliminar luego que la perjudicada retirara los cargos.
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“Yo quiero que sepan que mi papá quería a mi mamá. Él tenía condiciones médicas y él era un buen padre y un buen esposo. Yo no sé qué pasó. Él no es una mala persona”, sostuvo la doctora generalista, Keyshla Rivera Báez, al ser abordada por periodistas durante su salida de la Comandancia de Caguas.
El ex sargento de la Policía, Jesús M. Rivera Cruz, asesinó a su esposa, María de Lourdes Báez Claudio, de 50 años, infligiéndole unas 29 puñaladas con un cuchillo de cocina con una hoja de 11 a 12 pulgadas. Según se desprende de testimonios de vecinos y de la investigación realizada por las autoridades, la pareja llevaba unas horas discutiendo antes que el sujeto cometiera el crimen a pasos de su residencia. Un vecino alertó a las autoridades a través de la Línea de Emergencias 911 y el primer oficial en llegar a la escena fue un oficial de la Policía municipal de Caguas, el teniente Pedro Flores.
Según sostuvo el capitán de la Policía Gerardo Oliver Franco, el teniente desefundó su arma de reglamento y le ordenó al sujeto que arrojara su arma luego de toparse con la escena en la vía pública. El ex sargento de la Policía, quien retiró en el 2002 por un aparente condición de nervios, sacó el cuchillo del bolsillo de un pantalón corto de hacer ejercicios y finalmente obedeció las instrucciones de teniente cuando éste continuó dándole el alto con más insistencia.
“Él (agresor) la persigue desde su residencia y llegan tres casas más abajo. Los vecinos trataron de intervenir para que él no continuara y (acto seguido) se retira a su residencia”, sostuvo el capitán, al asegurar que el ex sargento se sentó sobre un murito luego de arrojar el cuchillo al suelo. “El arrestado preguntó ‘¿Cuál es el show?’”, añadió el capitán, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, al sostener que el sujeto finalmente fue puesto bajo arresto por una unidad motorizada de Caguas.
A pesar del dantesco asesinato, las familias aún mostraban su solidaridad durante gran parte del día mientras visitaron la Comandancia de Caguas y, posteriormente, el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para la identificación del cadáver. María Rivera, hermana del detenido y esposa de un hermano de la víctima, acompañó a la doctora por un pasillo de la comandancia mientras se veía incapaz de contener sus lágrimas. Del mismo modo, la madre de la víctima, defendió la unión de las familias. Muchos de los familiares son policías o profesionales. De hecho, la pareja tiene otro hijo que estudia medicina en la República Dominicana.
“Fueron 33 años (de relación) y yo crié a todos ellos. Eran dos hijos y conmigo (el agresor) siempre fue una buena persona”, indicó Gladys Claudio García, madre de la víctima.
Durante esta tarde se espera que la Fiscalía de Caguas radique cargos contra el ex sargento por asesinato y la ley de armas.