La familia de Santiago Carrasquillo Ortiz pide justicia: que tanto la mujer que lo arrolló con su  auto en la madrugada del lunes  como la persona que la acompañaba se entreguen de inmediato a la Policía.

La  persona que acompañaba a la conductora  “es cómplice de esa muerte” si no habla y dice quién cometió el delito, señaló ayer la hermana de la víctima, Elizabeth Carrasquillo Ortiz.

“Tú actuaste sin piedad, fuiste inmisericorde. De verdad, ella (la conductora) no tiene excusa… y no sé cómo va a defenderse”,  sostuvo  Elizabeth, quien el mismo día de los hechos acudió  a la avenida Ponce de León a dejar flores justo en el lugar donde todavía estaba la sangre de su hermano.

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En ese momento se le acercaron tres drogadictos, dos hombres y una muchacha, que le confiaron que Santiago solía darles agua y comida.

“Ella fue irresponsable. Ella supo lo que hizo porque mi hermano pesaba unas 220 libras, medía 5 pies y nueve pulgadas y él cae en el bonete del carro y  sigue ahí hasta que cae”, dijo  Elizabeth al insistir en que la conductora  aún no identificada tuvo oportunidad de auxiliar a su hermano, si hubiera decidido quedarse en la escena.

De los vídeos difundidos, el que más le afectó es uno en que  se  ve  a la mujer mirando a una cámara de vigilancia y se tapa la cara. “Estabas consciente de que cometiste un delito”, dijo Elizabeth,  como si se dirigiera a la mujer.

Sobre la posibilidad de que la conductora estuviese ebria,  indicó   que los familiares habrían  obviado ese elemento si ella  se hubiese  enfrentado a las autoridades y  si hubiese permanecido en el lugar.

¿Qué le dices a la persona que la acompañaba?

“Que hable, que se responsabilice… que le diga a ella (a la conductora) lo que hizo; que se concientice de que murió un ser humano, que su mamá lo esperaba, sus hermanos y sus hijos”.

Santiago tenía 56 años y era divorciado. Vivía con su mamá de 81 años en Villa Fontana, Carolina.

Ayer su  hermana lo describió como una persona “noble”, que tenía  cables de “jumpear”  y “un aparatito de aire para las gomas” con los que  ayudaba a los que se quedaban a pie.

La víctima trabajaba en mantenimiento en TCA Beauty, en Miramar.

Se presume que el lunes en la madrugada cruzaba la avenida Ponce de León para tomarse un café con un amigo guardia, porque esa era su rutina.

El día antes, el domingo, estuvo corriendo bicicleta con su hermana.

Elizabeth le agradeció al pueblo de Puerto Rico la solidaridad con el dolor de su familia.

Indicó que a través de internet ha recibido mensajes de condolencias de muchas personas, incluso de una puertorriqueña que reside en Australia.

La Policía le pidió permiso a la familia  para hacer públicos los vídeos que captan a la mujer que arrolló a su hermano y todo lo que esta hizo hasta que abandona el lugar. 

Según Elizabeth, ellos accedieron con la esperanza de que la mujer  se entregue o las autoridades la localicen.  

“En estos tiempos nadie se puede escapar”, manifestó a tenor con los adelantos técnicos que permiten grabar e identificar luego al autor de un delito.

La mujer que arrolló a Santiago conducía un vehículo Volkswagen, modelo Jetta, de color negro.

La persona tiene cabello negro, largo y ondulado.

Vestía un pantalón largo claro y camisa con escote color violeta.

El carro quedó con el cristal del frente roto y con el bonete abollado.