El exalcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill García, fue sentenciado en la mañana de este viernes por la jueza María Trigo Ferraiuoli, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, a cumplir tres años en “libertad a prueba” y a pagar varias multas ascendentes a $14,300.

Con esta sentencia, la jueza acogió el acuerdo alcanzado entre el expresidente de la Federación de Alcaldes y el Panel del Fiscal Especial Independiente (PFEI) para que se declarara culpable.

Previo a su sentencia, O’Neill García no se expresó. Esto, a pesar de que la jueza le dio la oportunidad. Tampoco emitió declaraciones a la prensa a su salida del tribunal.

El exalcalde se declaró culpable el pasado 24 de noviembre de 2021, tras un proceso judicial que duró tres años. Aceptó culpa por cuatro cargos criminales. Estos son violaciones a dos artículos de la Ley 54 de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica por maltrato en una relación de pareja y agresión sexual; negligencia en el cumplimiento del deber (Artículo 263 del Código Penal) y un cargo menos grave de hostigamiento sexual en el empleo.

La sentencia acordada entre O’Neill García y el PFEI fue para cumplir “una libertad a prueba en la libre comunidad, por el término total de los tres años” por los delitos graves de violencia de género.

Además, acordó pagar una pena de multa de $750 en cada uno de los dos casos tipificados bajo el Código Penal, para un total de $1,500; un pago de la pena especial para el Fondo de Compensación y Servicios a las Víctimas y Testigos de Delito de $800, y un pago de $12,000 al PFEI “para cubrir parte de los gastos incurridos por el Estado en estos casos”.

Trascendió durante la sentencia que ya O’Neill García había pagado los $12,000 al PFEI. Hoy, entretanto, pagaría las otras dos multas. Si no las hubiese pagado, hubiese podido enfrentar 30 días de cárcel, dijo la jueza.

Como parte de la sentencia, la jueza dispuso que el ahora convicto no podrá acercarse ni tratar de tener algún tipo de comunicación con una de las víctimas, quien es policía municipal de Guaynabo, ni a sus familiares. La jueza dijo que tampoco podrá visitar la Alcaldía de Guaynabo ni los cuarteles de la Policía Municipal.

Ante esta medida, el abogado de O’Neill García, Harry Padilla, dijo que “mi cliente renunció a la alcaldía, mi cliente no le interesa ir a la alcaldía de Guaynabo, ni a partir de la fecha que mi cliente renunció, a él no le ha interesado volver a la alcaldía de Guaynabo”.

Mientras, la FEI Leticia Pabón comentó que si alguna de las dos víctimas en este caso siente que se violenta esta condición, puede denunciarlo.

Aun así, expuso que “la última entrevista que tuvimos con ella (la guardia municipal), donde ella dio la anuencia al preacuerdo, ella nos indicó que no había tenido más ningún contacto con él, ni llamadas, ni ninguna índole”.

Del mismo modo, la jueza dispuso que el convicto no podrá consumir debidas alcohólicas, drogas, ni frecuentar lugares de “mala reputación”, y deberá asistir a terapias por un periodo de 12 meses. Las mismas serán bisemanales e individuales.

El FEI Miguel Colón Ortiz explicó que este “tratamiento (es) para que él bregue con sus problemas de personalidad, emocionales”.

O’Neill García también deberá informar cualquier cambio de dirección o teléfonos.

De incumplir con estas directrices dadas por Trigo Ferraiuoli durante la vista de sentencia, O’Neill García se expone a cumplir sus tres años de sentencia en prisión.

Una vista de seguimiento en la que la jueza verificará si se ha cumplido con la mayoría de las disposiciones de la sentencia fue citada para el 27 de abril a las 9:30 a.m.

Cabe destacar que la fiscal Pabón informó que todas estas condiciones de sentencias fueron discutidas con las dos víctimas en este caso.

“Eso fue discutido con las víctimas, con ambas, y ellas estuvieron de acuerdo. Entendieron que sí, que ya terminaba el proceso y que se les había hecho justicia”, precisó.

Asimismo, los fiscales manifestaron que estos acuerdos de culpabilidad no son extraordinarios.

De hecho, Colón Ortiz comentó que el mensaje que se envía desde el estado “es que estamos dispuestos a proteger a las víctimas siempre, a darle su apoyo y a tomar en consideración su posición a la hora de tomar nuestras decisiones”.

En un inicio, O’Neill fue acusado el 12 de diciembre de 2017 de 11 cargos, que se fueron desvaneciendo según su abogado radicaba mociones de desestimación por un alegado patrón de maltrato contra dos empleados del municipio de Guaynabo con las que se alega sostuvo una relación sentimental. Los delitos incluían exposiciones obscenas, acoso sexual, violaciones a la Ley de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica y violación a la Ley de Ética Gubernamental. Se exponía a 25 años de prisión.

Tras concluir el caso, Padilla dijo sentirse “muy satisfecho. Yo creo que el caso se resolvió de manera satisfactoria cumpliendo con todas las normas legales y éticas, que es lo importante en un proceso”.

Cuando era investigado por estos casos, O’Neill García renunció a la silla de alcalde que había ocupado por 24 años el 5 de junio de 2017. Fue sustituido por Ángel Pérez Otero, quien ahora enfrenta un caso de corrupción a nivel federal.