La defensa del agente Guarionex Candelario Rivera tronó esta tarde contra la rama judicial luego de que la jueza Jessica Morales le fijara a su representado una fianza de $11.7 millones por las muertes de tres de sus compañeros de trabajo.

El abogado Donald Milán Guindín argumentó que la suma multimillonaria impuesta su cliente le niega su derecho constitucional a la fianza.

“El número me sorprendió muchísimo", afirmó Milán Guindín. "Cuando le impones una fianza tan alta a una persona básicamente equivale a negarle el derecho a la fianza. Aún si se presenta una rebaja de fianza, la posibilidad de que baje lo suficiente pare prestarla… es complicado”, señaló.

El letrado también criticó la aparente “prisa” del Estado en presentar cargos criminales contra su cliente, quien fue dado de alta el sábado del Centro Médico, en Río Piedras, con tres heridas de bala y múltiples hematomas. 

Candelario Rivera fue recluido en el Centro Médico Correccional tan pronto pisó el complejo carcelario de Bayamón, el sábado en la noche.

“Lo tengo recluido y se me hace bien difícil comunicarme con él o visitarlo”, sostuvo Milán Guindín, quien señaló que esta mañana pudo establecer comunicación telefónica con el policía de 50 años y con 19 de servicio en la Uniformada.

El abogado indicó que es “muy probable” que solicite la vista de rebaja de sentencia a favor de su cliente. Dijo estar seguro que el gremio que lo representa, Corporación Organizada de Policías y Seguridad (Cops), “apoyará” a su cliente.

Al salir del Centro Médico, Candelario Rivera se solidarizó con los parientes de los tres policías asesinados: el comandante Frank Román Rodríguez, la teniente Luz M. Soto Segarra y la agente Rosario Hernández de Hoyos. A preguntas de este medio, Milán Guindín minimizó el impacto de las declaraciones hechas por el acusado y difundidas por algunos canales de televisión. El letrado las describió como “muy normales”.

“Él estaba y está recibiendo varios medicamentos. Las expresiones son muy naturales de alguien que siente simpatía, aprecio y respeto por los parientes de los policías fallecidos. Más allá del cuadro mental por el que pasaba Guarionex, no veía a su familia hace días por lo que hay que tomarlas con mucho cuidado, con pinzas. Es una persona que no estaba en las mejores condiciones para hacer expresiones”, dijo al desbordarse en elogios hacia el personal de la Policía que movió al agente al Tribunal de Bayamón y los alguaciles que allí lo atendieron. Aseguró que fueron muy amables con él y con la familia de Candelario Rivera.

Milán Guindín dijo que su cliente presenta tres heridas de bala. Sin embargo, el doctor Israel Ayala, del Centro Médico, ha dicho que son dos heridas. Al salir del Centro Médico de Río Piedras el policía peñolano presentaba moretones en los ojos y un brazo inmovilizado. 

La Policía no ha informado quién baleó a Candelario Rivera. Sin embargo, fuentes de la Policía han señalado que el teniente Javier Requena, esposo de la teniente Soto Segarra, disparó e hirió al ahora acusado por el triple crimen. 

El superintendente asociado de la Policía, confirmó a este medio que Requena fue desarmado y que el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) realiza la pesquisa de los hechos. 

Por el momento, las autoridades no han precisado por qué tras la balacera en el sexto piso de la Comandancia de Ponce, Candelario Rivera fue llevado, presuntamente herido de bala, a la sede de la División Drogas Ponce y no a un hospital inmediatamente.

“Nosotros no sabemos quién le ocasionó esos golpes”, dijo el abogado al referirse a los moretones de su cliente.

Indicó que al menos, de lo hablado en la comunicación telefónica de hoy, surge que Candelario Rivera está siendo atendido adecuadamente. Ese aspecto ha sido una preocupación de la familia del acusado, según han expresado públicamente, entre otros allegados, su esposa.

El licenciado Milán Guindín describió el proceso judicial que se avecina contra su cliente como complejo y recordó que el Instituto de Ciencias Forenses está cargado del trabajo. 

El secretario de Justicia, César Miranda, hizo un llamado público para que se aceleren las pruebas de balística relacionadas al triple asesinato.

“Va a requerir probablemente mucha prueba pericial. Ha salido mucho en la prensa y el Estado se ha enfocado en atacar a Guarionex. El mejor mecanismo para obtener un juicio imparcial es un juicio por jurado, pero puedo adelantar que mi posición es que esto no se puede ver de manera apresurada”, dijo el abogado al indicar que, de llegar el caso a la etapa de juicio, podría solicitar que se mueva a otra región judicial. 

“Por lo regular en casos que se llevan a la ligera se cometen errores y se violan los derechos civiles”, agregó Milán Guindín. “¿Quién le hizo esos disparos? ¿Dónde está esa persona? ¿Y la ropa de esa persona y las armas?”, cuestionó.

Agregó que en etapa de vista de causa para arresto el fiscal Richard Rosado presentó nueve declaraciones y trajo como testigo al agente Walter Maldonado, del NIE. También participó en la presentación de cargos la fiscal Sharleen Rosa de Jesús. Recordó que no será hasta el inicio de la vista preliminar pautada para el 14 de enero que sabrá qué testigos la fiscalía planifica sentar. También en esa etapa tendría acceso a las declaraciones juradas.

La Policía había informado que Candelario Rivera estuvo desarmado por espacio de 10 años y se mencionó como una de las razones condiciones emocionales. Sobre el asunto, Milán Guindín indicó que en su momento se tomará la decisión sobre qué documentos del expediente del policía se someterán en el caso. Dijo que los mismos presentarían un cuadro más claro de cómo se atendieron las querellas en su contra y por qué se decidió rearmarlo el año pasado.

“Hay muchísimas cosas que se sabrán durante la vista preliminar”, dijo.