¿Cuán buscado es el sexo entre los boricuas?

En Puerto Rico, hay aproximadamente 2.2 millones de personas de 12 años o más conectadas al Internet.

Por ello no resulta extraño que se dispare la búsqueda de temas sexuales.

Andrés Claudio, profesor y experto en comportamiento del consumidor, resaltó que en Puerto Rico se realizan unas 300,000 búsquedas anuales relacionadas al sexo, estando esta palabra entre las 50 más buscadas en la Isla.

Conocido como el oficio más antiguo el mundo, la prostitución se refiere -según el diccionario- como la persona que recibe dinero por mantener relaciones íntimas con otras personas, sean o no del mismo género.

Mientras que la pornografía es la presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación.

Reglamentación del Estado

Rafael Sosa Arvelo, fiscal especial de Crímenes Cibernéticos, habló en términos generales que en el marco legal actual existen leyes que restringen la difusión y consumo de material de carácter sexual a través del Internet.

“Si alguien que tiene menos de 18 años es quien está exponiendo su desnudez, esa actividad es un delito recogido en el artículo 146 del Código Penal, que expone a una pena de 15 años a cualquier persona que permita, promueva o participe en la producción de estos vídeos”, expresó.

Para ser considerado una violación al Código, tiene que haber conocimiento de que se trata de un menor.

El licenciado en leyes puntualizó que a la hora de catalogar un contenido pornográfico es necesario hacer la diferenciación entre lo que es contenido obsceno e indecente.

El contenido obsceno carece de protección constitucional, pues es catalogado como un contenido que presenta una conducta patentemente ofensiva, muy contrario al material indecente -que es aquel que muestra los órganos sexuales o excretores, pero que tiene algún grado de valor literario artístico, político o científico.

De igual forma, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Michael Pierluisi, expresó que su agencia administra el Reglamento contra la obscenidad, indecencia, pornografía infantil y violencia en los juegos de vídeo o de computadora, radio, televisión y cine.

Ese reglamento, según Pierluisi, establece una serie de clasificaciones de contenido que tienen que ser anunciados en los productos que ofrezcan los establecimientos que operen máquinas de videojuegos, vendan, renten o exhiban películas, operen estaciones de radio y televisión, y los importadores, distribuidores o los establecimientos dedicados a la venta de televisores.

El DACO también cuenta con la Oficina de Orientación y Pornografía Infantil en la Radio y la Televisión.

Esta oficina se encarga de orientar sobre el material obsceno y de pornografía infantil en la radio y la televisión, y sobre las leyes y reglamentos que atienden estas situaciones.

Tiene la responsabilidad, además, de revisar periódicamente estas leyes para proponer los cambios y modificaciones que sean necesarios, concluyó Pierluisi.