Hallan nota suicida de anciano que mató a su esposa e hijos en Cayey
Fue encontrada al lado de su cuerpo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Las autoridades hallaron una nota suicida que dejó Miguel Colón, un anciano de 82 años que presuntamente mató a su esposa, sus dos hijos y luego se suicidó en hechos ocurridos esta mañana en Cayey.
En la misiva, que fue encontrada al lado de su cuerpo, Colón pidió perdón a su familia y también precisaba instrucciones sobre "un dinero", dijo el capitán Miguel Figueroa Lugo, director del CIC de de Guayama.
Hasta este momento su familia no ha hecho expresiones.
Reaccionan sus vecinos
“Ya él estaba dobla’o, el ya no podía y yo creo que se cansó” aseguró Carlos Madera Cortés, vecino de la Urbanización San Martín en Cayey, donde ocurrió la tragedia.
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“Eran vecinos “bien nice”, eran personas tranquilas, no tenían ningún tipo de problema”, sostuvo Madera Cortés, de 76 años. Según el vecino, la esposa del octogenario padecía de Alzheimer y era él quien se encargaba de los cuidados médicos, aunque también lo afligían condiciones médicas propias además del cuidado de sus dos hijos.
Madera Cortés aseguró que hablaba con frecuencia con el hombre, identificado como Miguel Colón, de 82 años, y entre esas conversaciones le comentó que había distribuido “todo lo que él tiene pa’ los hijos, él me lo dijo a mí”. La pareja tuvo cinco hijos, una de ellos vivía en el segundo nivel y no se encontraba en el lugar al momento de los hechos
Más temprano, otro vecino que se identificó como David, se acercó a la prensa y comentó que el anciano vivía agobiado ya que “tenía que estar como un esclavo atendiéndolos”.
Alrededor, vecinos y curiosos confirman lo mismo: se trataba de una familia tranquila, iban a la iglesia todos los domingos y nadie esperaba algo así.
Varios familiares han llegado a la escena donde las autoridades continúan investigando, pero hasta el momento han preferido no hacer expresiones públicas.
Madera Cortés escuchó dos o tres tiros a eso de las 6:15 de esta mañana en la calle Coronel Irrizarry de la urbanización. Se asomó, no vio nada y regresó a su taller. Escasos minutos después escuchó otro tiro, el último, y apenas cinco o diez minutos más tarde llegó una patrulla justo frente a la casa de sus vecinos. Sorpresa.
La escena que dibujan miembros del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón es tétrica: cuatro cuerpos, tres de ellos en sus habitaciones y el cuarto en el comedor acompañado de un revólver. Aunque siguen en la escena investigando, comentaron que no había antecedentes de violencia de género.