Ponce. - La psiquiatra del Estado, Yamilka Rolón García, concluyó que Guarionex Candelario Rivera está apto para enfrentar el juicio en su contra por el asesinato de tres policías y opinó que si no coopera con su defensa es porque está fingiendo síntomas de pérdida de memoria para evadir el proceso.

La perito divulgó su conclusión ayer durante una vista de procesabilidad al amparo de la Regla 240, llevada a cabo ante la jueza Carmen Otero Ferreiras en la sala 505 del Tribunal de Ponce.

No obstante, la jueza no tomó una determinación sobre la procesabilidad o no procesabilidad del acusado debido a la intención de la defensa de sentar a su perito de refutación, por lo que la vista continuará el próximo 26 de abril.

“Entendemos que el imputado está procesable en este momento, apto para enfrentar el proceso legal y cooperar con su defensa, y que de no hacerlo entendemos que está exagerando síntomas para evadir el proceso legal”, expresó la doctora Rolón García al leer su informe.

La psiquiatra explicó que su determinación se basa en las dos evaluaciones que le realizó al imputado el 4 y el 14 de abril pasado en el Hospital Psiquiátrico de Río Piedras, a donde fue ingresado por orden de la jueza Otero el 1 de abril.

En ambas fechas, la doctora lo entrevistó y le realizó varias pruebas psiquiátricas estandarizadas. Los resultados de esos exámenes, dijo, “son altamente sugestivos de que está fingiendo el problema de memoria”, puesto que obtuvo puntuaciones que regularmente se observan en personas “que están severamente dementes o que tienen lesiones cerebrales moderadas o severas”.

El 4 de abril, por ejemplo, Candelario Rivera dijo no recordar datos personales como la fecha de nacimiento y su estado civil, y cuando Rolón García le indicó que era poco probable que eso le pasara, “se le vuelven a hacer las preguntas y procede a contestarlas”.

Mientras la perito declaraba, el acusado miraba al suelo.

Sobre el 14 de abril, la psiquiatra señaló que el imputado fue cooperador, que negó tener alucinaciones activas y que los medicamentos le ayudaban “a no escuchar las voces que le decían que se matara”.

Rolón García también examinó los expedientes clínicos y psiquiátricos de Candelario Rivera que constan en el Centro Médico de Río Piedras, en la cárcel Bayamón 705, en el Centro Médico Correccional, en la institución Ponce 246 y en el Hospital Psiquiátrico de Río Piedras, por donde ha pasado desde su arresto el 28 de diciembre de 2015 cuando ocurrió el triple asesinato de policías en la Comandancia de Ponce.

Las conclusiones de los diferentes facultativos que lo han atendido coinciden en describir a Candelario Rivera como “alerta, cooperador, coherente, orientado en lugar y tiempo, y con memoria preservada”. Incluso, en uno de los informes consta que manifestó  entender de qué se le acusa y cómo es el procesamiento judicial, y que describió los sucesos que se le imputan.

Por otra parte, la doctora Rolón García resaltó el historial de depresión severa del acusado, por el que incluso fue medicado antes de los crímenes que se le imputan, y sus manifestaciones “suicidas y homicidas”.

Aunque no hay reportes de que haya atentado contra sí o contra alguien más, la psiquiatra recomendó que continúe su tratamiento psiquiátrico y que sus custodios tomen las medidas de seguridad necesarias. Afirmó, además, que “esas ideas no afectan el que él pueda cooperar o no en su defensa”.

Candelario Rivera, de 50 años, está acusado de matar al comandante Frank Román Rodríguez, la teniente Luz M. Soto Segarra y la agente Rosario Hernández de Hoyos. Por eso, enfrenta tres cargos de asesinato en primer grado, tres cargos de restricción ilegal agravada, cuatro violaciones a la Ley de Armas y un cargo menos grave de falsa amenaza.