Cuando el lunes la Guardia Nacional se lance a la calle a observar el cumplimiento de la orden ejecutiva que emitió la gobernadora Wanda Vázquez para tratar de detener la propagación del coronavirus, lo harán vigilando las filas de los supermercados, acudiendo a restaurantes para corroborar que la ocupación esté a un 30%, observando la multitud que se aglomera en los centros comerciales o vigilando en las zonas turísticas, entre otras cosas.

“Van a servir como los ojos y los oídos, unos vigilantes, en este esfuerzo que estamos a punto de comenzar” desde la Policía de Puerto Rico, detalló este sábado el secretario de Seguridad Pública, Pedro Janer.

El funcionario no precisó cuántos agentes de la Uniformada o cuántos agentes de la Guardia Nacional serán activados para reforzar todo aspecto relacionado a la penalización del incumplimiento de la orden ejecutiva, que va desde multas de $100 por el uso de la mascarilla, arrestos por violaciones al toque de queda o hasta posibles cierres de comercios que no tengan letreros que adviertan de las reglas establecidas para evitar la propagación del COVID-19 en la Isla. Solo expuso que se establecerán turnos de 12 horas de vigilancia para lograr el cometido.

Para lograr planificar ese impacto que tendrían, Janer dirigió en la mañana de este sábado una reunión en el Cuartel General de la Policía. Alli se discutieron los pormenores de cómo podría ser la intervención de la Guardia Nacional, tras ser activada por la gobernadora en momentos en que se observa un repunte de casos.

El general de brigada Miguel Méndez, quien está a cargo de los esfuerzos de la Guardia Nacional relacionados al coronavirus, explicó a Primera Hora que la misión incluye “tratar de cubrir todo lo más que podamos, incluyendo centros comerciales, filas, tiendas al detal, restaurantes. Todo eso, pues, vamos a tratar de estar atendiendo y, según se nos pida, pues así vamos a estar presente”.

“Vamos a ser monitores y ojos de la Policía en cuanto a cumplimiento”, añadió.

Trascendió en una conferencia de prensa que realizaron los funcionarios, junto al comisionado de la Policía, Henry Escalera, que los militares no irán en patrullas con los agentes de la Policía ni llegarán al unísono a los establecimientos.

Escalera explicó que buscan “que no haya duplicidad y podamos cubrir más territorio”.

No obstante, los militares no pueden emitir multas ni realizar arrestos por incumplimientos de la orden ejecutiva, a menos que se trate de un arresto civil porque la vida de un agente de la Policía y de cualquier otra persona corra peligro.

Primera Hora insistió en cómo lograrían prevalecer en un caso que se lleve a los tribunales, porque solo fue observado por un miembro de la Guardia Nacional. Janer expuso que se buscarían otros testigos que den constancia de las violaciones cometidas.

“La Guardia Nacional va a servir como ojo avizor”, explicó.

Además, el secretario de Seguridad Pública expuso que una vez un militar perciba una violación, debe comunicarse con la Policía para que ejecute la intervención.

“Ya hemos hecho demasiadas advertencias. Ya es hora de hacer que la ley se cumpla”, expuso Janer, al descartar que el lunes vayan a comenzar con orientaciones de este nuevo plan de impacto.

“Tengo la confianza de que vamos a ser bien efectivos”, auguró.

Mientras, Méndez espera que el pueblo respete estas intervenciones que harían los miembros de la Guardia Nacional.

“Yo estoy confiado que la Guardia Nacional ha sido un gran recurso de servicio para el pueblo de Puerto Rico y que en esta ocasión nuevamente vamos a tener una interacción muy favorable y positiva con los ciudadanos de Puerto Rico para que puedan entender que estamos velando por su bienestar y salud”, indicó el coronel de brigada.

Por otro lado, los funcionarios hicieron hincapié en que todo el proceso se realizará cumpliendo con las reglas establecidas en la Reforma Policiaca. De hecho, el monitor de la Policía, John Romero, tendrá observadores desde este próximo lunes para evaluar las intervenciones.

Cabe destacar que en la conferencia de prensa se aceptó que todavía todo el plan de acción entre la Guardia Nacional y la Policía no se ha completado de delinear. Pero, también hubo aspectos que se reservaron de manera estratégica.

Policía rechaza que fallaron

Antes de comenzar la reunión, Escalera y Janer negaron -en entrevista por separado con Primera Hora- que la intervención de la Guardia Nacional en estos esfuerzos represente un reconocimiento de que la Policía ha fallado para hacer cumplir el toque de queda, el uso obligatorio de mascarillas o alguna otra disposición contenida en las reglas establecidas por el gobierno.

“No es que se ha fallado. Es que es una realidad. Hay mucho comercio, hay muchos ciudadanos que tiene que usar mascarillas. La Policía ha hecho su esfuerzo, cerca de 3,000 denuncias, las intervenciones del task force de los negocios con Puerto Rico OSHA y hemos hecho un esfuerzo grandísimo y vamos a continuar forzando (sic) la ley, haciendo cumplir la ley, y va a haber consecuencia con las personas que no cumpla con la orden ejecutiva y utilizar la mascarilla”, afirmó Escalera.

El jefe de Seguridad Pública, por su parte, aceptó que ha habido una merma de agentes que ha impactado el funcionamiento de la Policía.

“No quiere decir que la Policía falló. Lo que pasa es que la Policía está ocupadísima. Terminamos unas elecciones recientemente, el personal que teníamos desplegado en los colegios y todo lo demás. Aun todos los días salían a cumplir sus deberes de ley y orden. Es un alivio adicional que se le da a la Policía, y eso hace que las operaciones que vamos a estar planeando hoy sean más efectivas para el beneficio de todos los ciudadanos”, precisó.

Según las estadísticas divulgadas hoy por la Policía, hasta el momento se han emitido multas de $100 por el uso de la mascarilla a 1,805 personas y 196 a negocios. Mientras, entre el 12 de septiembre hasta ayer se han efectuado unos 1,019 arrestos y 3,449 denuncias por violaciones al toque que queda, que es de 10:00 p.m. a 5:00 a.m.