Fue una ejecución policial, según abogado de los hermanos Marrero Zayas
El licenciado James Reyes Figueroa permitió que uno de sus clientes ofreciera hoy testimonio no juramentado ante investigadores que arman el rompecabezas detrás de la muerte de Karla Michelle Avilés Rosado.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
“Esto fue una ejecución por parte de la Policía de Puerto Rico”.
Basado en esa creencia, el licenciado James Reyes Figueroa permitió que uno de sus clientes, Félix Marrero Zayas, a quien se le leyeron las advertencias de ley, ofreciera el lunes y por espacio de dos horas, testimonio no juramentado ante investigadores que arman el rompecabezas detrás de la muerte de Karla Michelle Avilés Rosado, presumiblemente muerta a tiros a manos de policías el domingo en la madrugada en Naranjito.
Este miércoles, el hermano de Félix, Felipe, está citado para ofrecer su versión de los hechos en el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), como lo hizo su hermano. La directora del NIE, Brenda León, indicó el lunes que el hecho de que a Félix se le haya advertido que cualquier testimonio podía ser utilizado en su contra y que tenía el derecho a permanecer callado, no convierte al joven en sospechoso de matar a la joven o de abrir fuego contra la Policía.
Según Reyes Figueroa, los hermanos Marrero Zayas, vecinos de Barranquitas, fueron entrampados por agentes de la Policía, posiblemente motivados por una supuesta riña entre Félix y el hermano de un oficial que no identificó. Dijo desconocer en qué cuartel trabaja ese agente.
“Te puedo decir que entiendo que la Policía iba detrás de mi cliente. Eso era personal. Esa es mi teoría. Fueron mandados para que intervinieran con él y ellos no sabían que la muchacha estaba atrás (en la guagua Toyota 4Runner)”, dijo Reyes Figueroa.
Esta versión deja fuera de la ecuación una supuesta persecución entre la Policía y los hermanos abordo de una guagua Toyota 4Runner por supuestas infracciones de tránsito.
Según contó el abogado, los hermanos Marrero Zayas se encontraron con Karla Michelle en el negocio Papi Paco, en la PR-152 de Naranjito, en la madrugada del domingo. Ese negocio está a pocos metros del lugar donde la joven recibió los disparos. Los hermanos le ofrecieron transportación a Karla Michelle para llevarla en un tramo que se recorre en menos de 10 segundos en auto a donde había estacionado su vehículo, frente a un McDonald's y una cooperativa.
Ese estacionamiento está a pocos pasos del cuartel de la Policía en Cedro Arriba, Naranjito.
Reyes Figueroa contó que el grupo tenía planes de acudir esa madrugada con su amiga a una competencia de dragueo.
La alegación de la Policía es que agentes perseguían a los hermanos por la PR-802 y la PR-152 por una serie de infracciones de la Ley de Tránsito como tintes muy oscuros, cinturones desabrochados y música en alto volumen. También alegan los agentes que alguien sacó un arma de la guagua Toyota y abrió fuego en su contra, por lo que repelieron la presunta agresión a tiros.
Por lo pronto, el Estado no ha concluido que Avilés Rosado murió a manos de la Policía.
Ya en el estacionamiento del McDonald's, una patrulla se estacionó justo detrás de la guagua Toyota, dijo Reyes Figueroa. Según alega Félix, cuatro agentes se bajaron del vehículo con sus armas desenfundadas y fue ahí que arrancó a toda prisa.
La guagua Toyota, según familiares de Félix, presenta impactos de bala en el cristal trasero, el cristal lateral izquierdo trasero y en la puerta del lateral izquierdo. El abogado dijo que los disparos en el lateral de la guagua son compatibles con un viraje que dio Félix en el estacionamiento mientras huía.
Reyes Figueroa indicó que Felipe abandonó la escena cuando su hermano detuvo la guagua frente a una heladería porque temía que lo fueran a matar.
“Aquí nuestra defensa es clara. Fue la Policía”, dijo el abogado, quien alegó desconocer información en poder de las autoridades como el resultado de la autopsia de Avilés Rosado, de 23 años, o la cantidad de casquillos ocupados en la escena.
La jefatura del NIE ordenó ocupar las armas de siete policías en la escena. Preguntado sobre esto, el abogado dijo desconocer cuáles son los otros tres agentes desarmados. No obstante, dijo que cuando sus clientes llegaron al estacionamiento, agentes intervenían en el lugar con otro conductor.
“Yo tengo fe en que las cámaras de seguridad en el área revelen toda la escena. Tengo fe, por la prueba científica, que los van a acusar a ellos (los policías) y si fuéramos nosotros, estamos preparados. La fe en la justicia es que entiendo que todo va a ocurrir conforme a derecho”, dijo.