El abogado de defensa de Christopher Sánchez Asencio, uno de los acusados de la matanza de una familia en Guaynabo, pidió este viernes en la tarde al jurado que evalúe la prueba “sin prejuicios y sin apasionamientos”.

“Les pido analizar la prueba de la forma más sosegada y emitan un veredicto de no culpable”, dijo el licenciado Orlando Cameron Gordon, en sus argumentaciones finales a los miembros del jurado que esta tarde se podría retirar a deliberar.

“Yo lo que le pido a ustedes es que evalúen la totalidad de las circunstancias”, sostuvo el abogado, quien en su turno atacó la investigación criminal del caso y hasta puso en duda que el menor sobreviviente hubiera sido lanzado desde un puente.

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“Desde antes de hacer la investigación, ya habían culpado a este señor (su cliente)”, sostuvo Cameron Gordon, quien dijo que había bautizado el caso como “el caso de la conveniencia”. 

Alegó que el acusado fue arrestado “sin motivación” y que los policías que lo detuvieron no le explicaron las consecuencias de renunciar a sus derechos.

“No tomaron las muestras del ADN de las latas de cerveza que había en la casa porque ya tenían su caso montado, no se levantaron huellas en la casa, ni a los vehículos de motor”, indicó el abogado. 

Dijo que el cuchillo fue llevado al Instituto de Ciencias Forenses “pero las manchas no se analizaron” y añadió que las manchas de sangre que el menor sobreviviente dijo en su testimonio que puso en la guagua de sus agresores “no se examinaron tampoco”.

Más temprano en la tarde, el abogado solicitó que la jueza superior Vivian Durieux Rodríguez incluya el elemento de la intimidación entre las instrucciones al jurado, pero la magistrada le dijo que no procedía.

“El tribunal determina que no se justifica la instrucción de intimidación”, sentenció la jueza. Durante la argumentación, el abogado alegó que su cliente se sintió intimidado por el coacusado de los hechos, José Bosch Mulero.

Fiscalía tuvo el primer turno

Mientras la defensa pidió una evaluación sin apasionamientos, la fiscal María del Mar Ortiz Rivera, quien hizo un recuento de la prueba que presentó el Ministerio Público, en el juicio y recabó un veredicto de culpabilidad contra Sánchez Asencio.

“A lo largo de estas cuatro semanas, el Ministerio Público ha presentado testigos, prueba documental, fotos y objetos que están intrínsecamente relacionados con los hechos que comenzaron la noche del 17 de noviembre de 2014 y que alteraron dramáticamente a una familia puertorriqueña”, sostuvo la fiscal Ortiz Rivera.

“A diario se habla de la criminalidad y de la crisis social que confrontamos, nos hacen sentir impotentes y se cuestiona el sistema de justicia. Hoy está en sus manos demostrar que el sistema de justicia funciona. Demuestren que hoy se va a hacer justicia en Puerto Rico. No por los otros casos, sino porque en este caso el Ministerio Público demostró más allá de duda razonable estos hechos. Hoy es el día de hacerles justicia a don Miguel, a Carmita, a Clementina y a Michael”, sostuvo la fiscal Ortiz Rivera.

A Sánchez Asencio se le acusa de matar al militar retirado de 66 años, Miguel Ortiz Díaz; a su esposa, Carmita Uceda Ciriaco, de 45 años; y a la madre de esta, Clementina Ciriaco López, en hechos ocurridos la noche del 17 de noviembre de 2014, en la residencia del matrimonio, ubicada en la urbanización Parque de Los Frailes, en Guaynabo. Se le acusa también del asesinato del hijo mayor de la pareja, Michael Ortiz Uceda, de 15 años; asesinado en un paraje del barrio Guaraguao, y de intentar quitarle la vida al hijo menor, único sobreviviente del sangriento suceso.

Sánchez Asencio, de 28 años, está acusado actuar en concierto y común acuerdo con José Luis Bosch Mulero, de 27 años. Este encara los mismos cargos que Sánchez Asencio, pero en un juicio separado que ha quedado aplazado para el 2016.

Contra el dúo pesan 19 cargos, cuatro de asesinato en primer grado, uno de tentativa de asesinato, uno de secuestro, otro de agresión agravada, destrucción de evidencia y diversas infracciones a la Ley de Armas.

La jueza recesó los trabajos hasta la 1:30 p.m. cuando se dirigió a los miembros del jurado el abogado defensor, Orlando Cameron Gordon. 

Después de que el letrado exponga sus argumentos, la fiscal Janet Parra Mercacado cerrará el informe del Ministerio Fiscal. Posteriormente, la jueza les impartirá las instrucciones a los jurados para que luego se retiren a deliberar.

El juicio reanudó temprano en la mañana de hoy con la prueba de la defensa. El abogado Cameron Gordon sentó a declarar a una técnica de custodia de evidencia del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y dos policías estatales, que la Fiscalía no utilizó, en un intento por establecer contradicciones con otros testimonios vertidos en corte.

Los testigos fueron la técnica Yamaira Falú Castillo, de la sección de Recibo de Evidencia del ICF, y los policías Fabián Caro y Robert Velázquez.