A dos años y medio de la desaparición de la bailarina Yexeira Torres Pacheco y luego de múltiples dilaciones, este martes arrancó en el Tribunal de Carolina el juicio contra su pareja, el expolicía Roberto Quiñones Rivera, acusado por su muerte.

En el primer día del juicio ante el juez Francisco Borelli Irizarry, el Ministerio Público, representado por las fiscales Alma Méndez Ríos y Sonia Polanco Viera, presentó su teoría del caso y sentó al primer testigo de cargo.

La jornada inició con la alocución de la fiscal Méndez Ríos, quien aseguró al magistrado que demostrará con evidencia circunstancial, científica y testifical que el acusado mató a su compañera de forma violenta y premeditada entre el 24 y el 29 de octubre de 2011.

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Quiñones Rivera enfrenta un cargo de asesinato y un cargo de destrucción de evidencia.

También afirmó que entre el 24 y el 29 de octubre, en Carolina, el acusado escondió, destruyó y desapareció el cuerpo de la joven, de 23 años, "a sabiendas de que evidencia del cadáver y su análisis forense" podrían ser usados en el proceso criminal en su contra.

Apuntó que este caso se trataba de uno "particular" porque no existía el cuerpo de la víctima, pero citó jurisprudencia de casos federales y recordó tres casos de asesinatos en la Isla que lograron convicciones sin el cuerpo del delito.

Aseguró que mostrará que Yexeira no falleció por causas naturales sino que murió como resultado de un acto criminal intencional.

En una sala relativamente vacía, indicó que probará que el acusado "fue la mano criminal" que asesinó a Yexeira de forma intencional y premeditada.

Señaló que en la guagua del acusado aparecieron manchas de sangre de la víctima en el asiento y la puerta del pasajero.

También había manchas de sangre en una herramienta amarilla, un envase rojo de gasolina y en la parte posterior de la guagua.

Esa sangre, según la fiscal, corresponde al cuerpo de una mujer que era la hija de Víctor Torres e Iris Pacheco, padres de Yexeira.

Precisó que las pruebas de los patrones de sangre encontrados en la guagua mostrarán que Yexeira se desangró en el asiento del pasajero y que luego fue arrastrada hacia la parte trasera de la guagua.

Postuló, además, que el acusado mató a Yexeira por "celos enfermizos" y porque sabía que la mujer, quien era su sustento económico, había iniciado gestiones para terminar la relación.

Sostuvo que cuenta con unas admisiones de Quiñones Rivera, quien supuestamente confesó a otro confinado que la pareja tenía problemas y que Yexeira estaba embarazada, pero que dudaba de su paternidad.

Finalizada la teoría, el agente José González Santana, del Precinto Carolina Norte, declaró sobre la querella de persona desaparecida que la mamá de Yexeira presentó el 30 de octubre de 2011.

El agente inició su testimonio en medio de las objeciones del licenciado Jorge Gordon Menéndez, quien impugnó sus expresiones sobre la última conversación telefónica entre la víctima y su madre Iris Pacheco el 24 de octubre por tratarse de prueba de referencia.

También objetó sin éxito una conversación telefónica entre el agente y el acusado la tarde del 30 de octubre por tratarte de prueba de referencia.

En un testimonio dirigido por la fiscal Méndez Ríos, González Santana relató que la tarde del 30 de octubre de 2011 atendió a Iris Pacheco, quien llegó al cuartel para reportar a su hija como desaparecida.

Según el testigo, Pacheco le contó que como a la 1:00 p.m. de ese día habló con el acusado, quien en tono hostil le dijo que no sabía nada de Yexeira y que la mujer se había marchado en un vehículo verde.

Durante la conversación Quiñones Rivera también le indicó que esa misma tarde, a las 5:00 p.m., se marchaba hacia Chicago.

Pacheco también le indicó que habló por última vez con su hija el 24 de octubre y que la muchacha le había indicado que no podía hablar mucho en ese momento porque iba con Quiñones Rivera rumbo a Bayamón a un trabajo de tapicería que el hombre realizaba.

Ante esta información, el agente acudió con otro colega al aeropuerto Luis Muñoz Marín para verificar si la pareja había hecho reservaciones en las líneas aéreas que viajan a ese destino, pero sus nombres no aparecieron en las listas de viajeros.

También visitó la casa de la pareja en la urbanización Villa Carolina, donde observó polvo en la entrada y periódicos viejos. Allí habló con un vecino, que le indicó que no había visto a la pareja.

Posterior a estas gestiones pidió el número de querella para su informe de persona desaparecida. Al día siguiente, Pacheco volvió al cuartel porque quería entrar a la casa de su hija.

El agente, la mujer y su pareja, Israel Serrano, visitaron la Fiscalía de Carolina para buscar una orden, pero allí un retén les dijo que no hacía falta la orden.

Posterior a esta gestión, el agente refirió el caso al Cuerpo de Investigaciones Criminales porque esta unidad tenían el peritaje especializado para atender el caso.

En el contrainterrogatorio, el licenciado Gordon Menéndez trató de minar la credibilidad del acusado al señalar las omisiones en su investigación preliminar.

González Santana no consignó en su informe que llamó a los celulares del acusado y de la víctima sin lograr contacto. Ni anotó las veces, ni a los números que llamó.

Tampoco documentó la última conversación telefónica entre Yexeira y su madre. Ni el nombre de la vecino con quién habló en la urbanización Villa Carolina.

Pero el agente si anotó en su informe que en la conversación entre el acusado y Pacheco, Quiñones Rivera le indicó a la mujer que Yexeira lo había dejado y que lo había botado de la casa.

González Santana también reconoció que no sabía la hora, ni el día en que Yexeira desapareció, pero que en el apartado de su informe para consignar este dato escribió la hora en que terminó de escribir su informe.

 Además, señaló que en ningún momento la mamá de Yexeira expresó que temía que el acusado le hubiera causado daño o que maltratara a su hija física o sociológicamente.

El juicio continúa mañana, miércoles, con el testimonio de la mamá de Yexeira.