FBI toma jurisdicción de pesquisa de escalamiento en Dorado
Cuatro hombres fueron arrestados mientras escapaban de la escena, tras accidentes de tránsito en Toa Baja y Guaynabo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El Negociado Federal de Investigaciones (FBI) asumió jurisdicción de la pesquisa y la custodia de los cuatro sospechosos de participar en un escalamiento a un concesionario de vehículos en Dorado, todos vecinos del residencial Monte Hatillo, en Río Piedras, los cuales fueron arrestados tras verse involucrados en dos accidentes de tránsito, en Toa Baja y Guaynabo, mientras huían de patrulleros en la madrugada de hoy, miércoles.
El coronel Roberto Rivera Miranda, comisionado auxiliar del Negociado de Investigaciones Criminales, dio a conocer la decisión del FBI, agencia que desde una etapa temprana estuvo brindando apoyo a las autoridades estatales.
La extensa escena se inició a eso de las 3:30 a.m. de hoy, miércoles, cuando el Negociado de la Policía de Puerto Rico fue alertado sobre un escalamiento en proceso en el concesionario Emanuel Ibarry, localizado en el kilómetro 25.2 de la carretera PR-2 del barrio Espinosa, en Dorado.
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De acuerdo con la versión del guardia de seguridad, mientras se encontraba a bordo de su guagua Mercedes Benz modelo 350, de tres a cuatro pistoleros encapuchados y vestidos con ropa negra lo rodearon, dándole al cristal y le quitaron sus dos armas de fuego calibre 9 milímetros, para las cuales posee licencia de portación. También le robaron la billetera con documentos personales, le exigieron que se bajara y lo lanzaron al piso, amenazándolo de muerte y agrediéndolo.
Posteriormente, los pandilleros utilizaron la guagua del guardián para impactar el portón principal y lo abrieron.
Cuando los patrulleros llegaron a la escena observaron una decena de personas cometiendo el escalamiento ya que habían logrado encañonar al guardia de seguridad y obtener los llaveros de las motoras que estaban debajo de una carpa. Al percatarse de la presencia de los agentes, al menos dos escaladores abordaron un vehículo marca Kia Sephia color azul marino para huir de los agentes y, aceleraron la marcha con las luces apagadas.
El vehículo fue perseguido, pero llegar a la autopista PR-22, en dirección hacia Vega Alta, le perdieron el rastro y recibieron instrucciones para regresar al concesionario. Cuando llegaron se toparon con siete personas saliendo a toda prisa en motoras en contra del tránsito tomando la ruta en dirección hacia Toa Baja.
Mientras esto ocurría e intentaron darle persecución, el automóvil Kia Spehia con sus ocupantes se accidentaron y abandonaron el carro para internarse en un área cubierta por vegetación, donde fueron capturados.
Ambos resultaron lesionados, por lo que fueron transportados a una sala de emergencia bajo estricta custodia de policías.
A eso de las 4:25 a.m. en la carretera PR-2 frente al centro comercial San Patricio Plaza se reportó otro accidente de tránsito donde dos motociclistas perdieron el control y chocaron con la valla de seguridad en la intersección con el expreso Rafael Martínez Nadal, en Guaynabo.
El teniente Elvis Zeno, comandante auxiliar del Negociado de Patrullas de Carreteras, explicó que las dos motoras, una de ellas descrita como Defender TR-300, se presume que fueron hurtadas del concesionario ya que todavía tenían los plásticos y sellos del fabricante.
“Mientras los Conductores de la Motoras transitaba por la carretera #2, se encontraban huyendo de la Policía debido a un asalto en el área de Dorado, éstos al llegar frente a San Patricio Plaza en Guaynabo, pierden el control y dominio del volante y por tal razón impactan con la parte lateral de las motoras la valla de cemento ubicada a orillas de la carretera y salieron expulsados, cayendo a la avenida Martínez Nadal”, narró el teniente.
Uno de los heridos fue identificado como Josué Yamil Diaz Ortíz, de 21 años y vecino del residencial Jardines de Monte Hatillo, en Río Piedras. El resto de los arrestado no ha sido identificado.
Los conductores de las motoras resultaron con heridas de gravedad y fueron transportados al Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras, donde la Dra. María Calderón, les diagnosticó multiples fracturas en el cuerpo y uno de ellos presenta una fractura en la cabeza con masa encefálica expuesta, lo que le ocasionó muerte cerebral.
En la escena se ocuparon dos pistolas Glock, una de ellas alterada con un dispositivo para disparar como automática. Se investiga si la otra pistola pertenece al guardia de seguridad del concesionario.
Al conocerse el lugar de residencia de los escaladores, el comandante de área de San Juan, Eliezer Colón, envió patrullas al residencial donde ocuparon una de las motoras robadas en el interior de un apartamento abandonado, un rifle y sustancias controladas.
Se estima que pudieron robarse unas diez motoras, se esperaba por el inventario de la propiedad.
Esta escena es investigada por el agente Emilio Vélez, el sargento Roberto Rivera Cintrón y la fiscal Carmen Iris Ortíz.
La pesquisa está a cargo del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja.