Nueve meses después del asesinato de Georgina Ortiz Ortiz, esposa del exjuez del Tribunal Supremo Carlos Irizarry Yunqué, el exprocurador general Obdulio Meléndez se reunió con agentes federales y les pidió ayuda con el caso.

Específicamente mandó a investigar el cuchillo encontrado en la mano de Ortiz Ortiz y las posibles huellas latentes.

La primera reunión de Meléndez con agentes del FBI fue el 25 de mayo de 2011. Al día siguiente el agente federal Rubén Marchand recibió el cuchillo pero la pieza de evidencia no estaba amarrada como dicta el protocolo, dijo el hombre en el sexto día de juicio contra la mucama Aida de los Santos Pineda, acusada de asesinar a Ortiz Ortiz.

Según Marchand, las instrucciones enviadas al laboratorio del FBI en Virginia eran para que se verificara todo el cuchillo excepto una huella que ya la Policía de Puerto Rico había determinado que pertenecía a la mucama. Se mandaron dos sets de huellas para compararlas: las del exjuez y las de De los Santos, además de las de la víctima.

Cuando se analizó la pieza el FBI concluyó que "el pedido de examinar (el cuchillo) fue conducido pero ninguna huella latente con valor fue observada", dijo traduciendo el informe el agente Marchand.

Tanto la fiscal Elba Acevedo como uno de los abogados de defensa,  Jesús Peluyera, quisieron establecer si se analizó o no la huella que era la excepción. Acevedo a través de sus preguntas insistía en que estaba clara la exclusión mientras Peluyera decía que en ninguna parte del informe se decía que esa huella no fue parte del análisis.

El juicio continúa en horas de la tarde.