El joven futbolista Xavier A. Agosto Fortis libró anoche un partido crucial.

El teniente Raúl Negrón, director de la División de Homicidios de Bayamón, indicó que realizaban esas gestiones al anochecer, pero no ofreció mayores detalles. 

Horas antes, la madre del corozaleño reconoció que su hijo estaba en coma, pero luchaba por sobrevivir en la Unidad Estabilizadora del Hospital de Trauma en el Centro Médico en Río Piedras. 

Agosto Fortis fue uno de las cinco personas que resultaron heridas en la balacera que inicialmente cobró la vida de cuatro personas en los predios de una estación de gasolina localizada en la carretera PR-142, en la jurisdicción del barrio Abras de Corozal. 

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En este municipio de la montaña Agosto Fortis es bien conocido porque dirigía el equipo de voleibol de la escuela superior Emilio R. Delgado. Además, se desempeñaba como árbitro de fútbol.

“Él está bien mal. Está en coma. No es fácil. Es mi único hijo, todavía vive en casa y no me ha dado nietos”, expresó en voz baja Iris Fortis, madre del deportista a su salida del hospital.

La mujer agregó, que el padre del joven está “destruido”, pero se aferraba a su fe albergando la esperanza de que su hijo pudiera recuperarse.

Amigos y familiares de Agosto Fortis llegaron a la hora de visita para verlo, aunque fuera por un segundo, pero salían emocionalmente afectados al constatar la situación crítica del paciente en ese momento.

Ana Rodríguez, quien laboraba como maestra de ciencias de la escuela donde laboraba Agosto Fortis recordaba, entre lágrimas, que él le manifestaba que ella era su segunda mamá porque tiene los ojos claros, igual que él.

La fe mueve montañas. Es un joven fuerte, está luchando. Es un gran deportista, árbitro de soccer. Su meta era ser árbitro algún día en la FIFA (Federación Internacional de Fútbol)”, manifestó Rodríguez. 

Otro de los que resultó con heridas de cuidado en la balacera fue Ramón Nieves Molina, de 30 años. Su hermana, Luz Marie Nieves, viajó desde Estados Unidos para visitarlo ayer tarde y al salir del Centro Médico dijo con alivio que su condición es estable.

“Mi hermano trabaja seis días de la semana y el sábado, aunque sea una cervecita se da. Se sorprende uno porque mi hermano es una persona tranquila, trabajadora, es un muchacho bueno y trabajador. Estuvo en ese lugar incorrecto a la hora menos indicada. Ellos venían de Vega Alta y pasaron por ese lugar porque es el único que está abierto a esa hora”, comentó Nieves. 

A su vez, recordó también a Agosto Fortis como un joven trabajador. “Son muchachos buenos, no están en nada negativo, ni en vicios”, comentó Nieves.

Por otro lado, manifestó molestia con los investigadores del caso e inconformidad por la manera en la que el superintendente de la Policía, José Caldero, ha manejado el caso públicamente.

“Nos ha molestado un poco que la Policía no ha llamado a mi familia, aunque sea para que nos diga estamos en el proceso de investigación, pero te dejan como si nada, no te informan nada”, puntualizó.

Opinó que lo sucedido es consecuencia de que la Policía permite seguir operando a este tipo de negocio que vende bebidas alcohólicas hasta altas horas de la noche.

En la balacera resultaron muertos Misael Nieves Colón, de 37 años; Jenhsen Yamil García Marrero, de 30; Jorge L. Nevárez San Félix, de 26 y Víctor J. Rodríguez Morales, de 44.

Entre los heridos de bala figuran también César G. Rivera Negrón, de 18 años, José Negrón Santiago, de 22 y Emily Córdova Rivera, de 24 años. 

La Policía teoriza que una pugna por celos desató el sangriento ataque.

“Estamos realizando entrevistas para establecer si las víctimas estaban juntas o quienes estuvieron compartiendo”, afirmó el comandante Wilson Lebrón. 

De su lado, el superintendente Caldero, reconoció que antes de que ocurriera la matanza se recibió una llamada en el Cuartel de Corozal alertando sobre una potencial balacera, pero indicó que no les dio tiempo a moverse hacia la escena para evitarla. 

“De donde se recibe la información a la escena son tres minutos de distancia, es relativamente cerca la respuesta fue rápida, pero en ese momento era difícil llegar”, comentó, tras aceptar también que hubo una merma en la cantidad de agentes asignados al cuartel.