El padre de Joaquín Oliver, uno de los estudiantes muertos en el tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, no dejaba de lamentarse tras conocer el fatal desenlace de su hijo.

Y no era para menos, Manuel Oliver había salido de su país natal junto a su esposa y sus dos hijos para intentar darle mayor seguridad y bienestar.

“Me lo llevé de Venezuela para darle seguridad y futuro”, decía el padre, según publicó univision.com.

Joaquín Oliver de 17 años, llegó a la Florida junto a sus padres en el 2003, año en que comenzaron el "sueño americano". Su padre consiguió un trabajo en ese estado y lo dejaron todo en Venezuela para comenzar una nueva vida en tierra norteamericana.

Pero todo ese sueño se convirtió en una pesadilla el pasado 14 de febrero cuando los familiares de Guac, como le decían cariñosamente al menor, se enteraron del tiroteo en la escuela y no tenían noticias de él. Más tarde ese día le llegó la peor noticia que pudieron haber recibido; su hijo Joaquín estaba entre las 17 víctimas mortales de una de las peores tragedias en Estados Unidos. 

Guaco fue descrito por familiares como "amigo de todo el mundo, mucha gente lo quería".