El exmilitar de 26 años fue trasladado ayer desde una cárcel de máxima seguridad hasta los tribunales de Fort Lauderdale y se declaró no culpable de los 22 cargos que le fueron imputados el pasado 26 de enero. Los cargos pueden derivar en una condena a muerte o cadena perpetua.

Bryan, quien reside en Peñuelas junto con su madre y otros familiares de Esteban, indicó a Primera Hora que la pasada semana logró hablar por teléfono brevemente con su hermano. 

“Lo sentí triste. Mi mamá también habló con él, pero fue algo rápido, como cinco minutos cada uno”, detalló. Sostuvo que su hermano tiene que originar la llamada después de que la familia deposita el costo de la comunicación.

Relacionadas

Agregó que tanto la familia que reside en Peñuelas como otros allegados que residen en Miami no han logrado ver a su hermano, quien fue detenido al momento de ocurrir los hechos.

Dijo que su madre y él están considerando ir a visitarlo a la prisión y esperan que los abogados que le nombró la corte al exmilitar les den seguridad para “no perder el viaje”. 

Bryan indicó también que esperaba que su hermano se declarara no culpable como hizo, pues entiende que por su estado emocional, no es responsable de los hechos.

“Se trata de una persona que pide ayuda y lo dejan solo”, sostuvo.

“Es injusto que gente pida la pena de muerte para mi hermano. Hay muchas personas presas que han matado por gusto y no escucho a nadie opinando sobre eso”, añadió Bryan.

El exmilitar, que estuvo destacado en Irak dos años y tiene antecedentes de trastornos psicológicos, llegó el 6 de enero a Fort Lauderdale desde Anchorage (Alaska) y abrió fuego con una pistola contra la gente que esperaba sus maletas en una sala del aeropuerto, según mostraron los vídeos de las cámaras de seguridad.

El arma y su munición estaban dentro de una maleta que facturó en Anchorage y que recogió al llegar al aeropuerto de Fort Lauderdale, al norte de Miami.