Las fotografías captadas en video por investigadores forenses fueron admitidas como parte de la prueba del Ministerio Público contra los acusados Daniel Vázquez Cubilete y Rafael Aponte Peña en el juicio que preside la jueza Gema González Rodríguez, en el Tribunal de Primera Instancia de Fajardo.

Las imágenes mostraban una herida en el lado izquierdo de la nariz con abrasiones de fragmentos del cristal del vehículo Mini Cooper que conducía la fiscal, otra herida en la parte posterior de la cabeza y una tercera, en el costado izquierdo.

Sin inmutarse, los dos acusados miraban atentamente a la pared izquierda de sala judicial donde se proyectaban las imágenes. El viudo, el abogado civilista Fermín Arraiza Navas, mientras tanto, tuvo que salir de sala.

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La fiscal fue ultimada de tres disparos en el interior de su vehículo en medio de un alegado intento de carjacking. Sus agresores sin embargo, después de hacerle tres disparos “certeros” y dejarla moribunda se marcharon sin perpetrar el robo.

Como parte de la prueba, los fiscales Leilani Vargas y Gabriel Redondo, también presentaron imágenes de la camisa blanca ensangrentada que llevaba puesta Arraiza Navas cuando encontró a su esposa en el interior del carro y tuvo que romper uno de los cristales para darle los primeros auxilios y llevarla a recibir atención médica.

Además, los fiscales mostraron un video del interior del automóvil en el que se podían apreciar dos fragmentos de bala incrustados en el techo. “En la cartera de la fiscal también encontramos un pedazo de blindaje”, detalló el investigador forense Kelvin Rivera Correa, quien identificó las imágenes y ocupó la silla de testigos durante todo el día.

En la mañana, el testigo declaró que la madrugada de los hechos el equipo técnico del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) recuperó tres casquillos de bala calibre 9 milímetros del área frente al portón de la residencia, donde fue asesinada Ortiz Pagán.

El testigo declaró que en el área de la marquesina ubicada en el barrio Guzmán Arriba en Río Grande, el equipo forense también encontró tres casquillos de bala calibre .45,de una pistola para la cual el esposo de la fiscal tenía licencia de portación.

Rivera Correa indicó que en el lugar también encontraron fragmentos de cristales con papeles ahumados.

El investigador forense declaró que los técnicos también levantaron manchas de sangre del área de la marquesina y un patrón de manchas en la escalera de la residencia de dos plantas, que continuaban hasta el cuarto de la niña de cuatro años procreada en el matrimonio de la fiscal y Arraiza Navas. Añadió que en el edredón del cuarto de la nena también levantaron otra mancha.

El testigo narró que en la habitación matrimonial, sobre un vestidor, ocuparon el arma del Departamento de Justicia que tenía asignada la fiscal. La noche de los hechos Ortiz Pagán fue interceptada por pistoleros cuando llegaba a su hogar, tras haber completado su jornada de trabajo en el Centro Metropolitano de Investigaciones y Denuncias en San Juan.

Rivera Correa dijo que en la habitación de la pareja también ocuparon varias armas de fuego y una caja fuerte vacía. “Eran múltiples armas”, indicó el testigo. 

Arraiza Navas confirmó ayer en su testimonio en el juicio que tenía licencia para portar estas armas.

Vázquez Cubilete y Aponte Peña también enfrentan cargos de violaciones a Ley de Armas y a la Ley Vehicular.

Según la investigación de las autoridades, el 19 de enero, los acusados y otros cómplices salieron a robar e interceptaron a Ortiz Pagán cuando se aproximaba a su residencia a bordo de un vehículo Mini Cooper.

Los acusados, de acuerdo con la Policía, formaron parte de un grupo delictivo dedicado al hurto de vehículos y esa noche  salieron “a cazar” para tumbarse un carro. Según la versión policíaca, eso hicieron en el barrio Guzmán en Río Grande cuando dispararon y asesinaron a la joven fiscal.

Sin embargo, el esposo de la fiscal alega que la fiscal fue víctima de una conspiración “por encargo”.

Durante el proceso judicial que culminó con las acusaciones, trascendió que Daniel “Pucho” Vázquez Cubilete, Abraham “Bebé” Rodríguez Cruz, Rafael Aponte Peña y Alexander Serrano Figueroa salieron de San Lorenzo a robar un carro para el líder de la ganga, apodado Pilín.