Las principales oportunidades para la entrada de negocios de Puerto Rico en Cuba, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la isla caribeña y Estados Unidos y ante la flexibilización de restricciones de intercambio comercial, están en los sectores de turismo, minería y energía, por ser los que el gobierno cubano ha permitido la mayor concentración de inversión extranjera.

Sin embargo, los que en Puerto Rico se constituyen como los sectores económicos más amplios, salud, seguros, distribución y educación, deberán esperar a una mayor apertura del país para poder dirigir hacia allá su inversión.

Este fue el análisis que hizo el economista cubano Roberto Orro, de la firma de consultoría económica Caribbean Analysis Unit, quien participó hoy, martes, de la conferencia “Puerto Rico y los cambios en las relaciones Cuba – Estados Unidos”, que se realizó en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

“Por ahora, esos sectores que son fuertes en Puerto Rico no son los sectores que están recibiendo prioridad en Cuba porque las empresas prioritarias son empresas hoteleras, de energía y ahora en futuro lo que es parte de las cadenas de manufactura”, estableció Orro.

Y es que, según explicó, el gobierno cubano no ha hecho invitación para que empresas foráneas puedan invertir en el sector de seguros, controla la distribución en la isla y no permite la inversión privada en la salud ni en la educación.

“Supongamos que se levanten las restricciones norteamericanas. Hay que tener en cuenta también las restricciones de Cuba. El gobierno (cubano) tiene que decidir quién entra y quién no entra”, resaltó.

El también economista y profesor de la Universidad Interamericana, Gerardo González, dedicó su parte a señalar los beneficios y las debilidades de Cuba en la ecuación del intercambio comercial.

Mencionó como fortalezas sus altos índices de desarrollo humano, una fuerza laboral altamente calificada, una buena infraestructura de transportación externa con sus puertos y aeropuertos, una amplia base de sectores económicos y una reforma económica en ejecución que ha permitido que el mercado adquiera mayor relevancia en su sistema económico.

Entre las debilidades, destacó los problemas frecuentes en las telecomunicaciones y las deficiencias en el sistema vial y ferroviario; la participación decreciente de la producción manufacturera en el Producto Interno Bruto (PIB) y la baja productividad y eficiencia que, dijo, caracterizan a la economía cubana.

Pero González hizo hincapié en que el restablecimiento de la diplomacia entre Cuba y Estados Unidos no significa la normalización de las relaciones entre ambos países, pues hace falta el levantamiento del embargo. 

González exhortó a la concretización de un plan económico a implementarse una vez esto ocurra que prepare a Puerto Rico para competir con los intereses ya establecidos.

“Hay que estar claros de que Cuba ya no es un mercado virgen como muchos piensan. Cuba ya es un país que se ha abierto al mercado internacional, tiene competidores, y Puerto Rico tiene que estar listo a competir con esos competidores”, enfatizó.

Añadió que “cualquier acercamiento hacia Cuba, cualquier proyecto que se quiera hacer de negocio con Cuba, hay que pensar que debe ser en una relación de mutuo beneficio. No solo hay que pensar qué Cuba le puede ofrecer a Puerto Rico, hay que pensar también qué Puerto Rico le puede ofrecer a Cuba”. 

Mientras, el vicepresidente de la Asociación de Industriales, Rodrigo Masses, resaltó por su parte que la situación colonial de Puerto Rico no es impedimento para que la Isla pueda tomar ventaja económica de una normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. 

“Las leyes nos permiten muchas acciones que de forma ordenada podemos desarrollar para aventajar a Puerto Rico”, estipuló. “Aún en este proceso de una apertura limitada, hay muchas oportunidades”. 

El también economista Santos Negrón apuntó a la necesidad de estudiar articuladamente la economía en Cuba y observó cómo el debate se ha concentrado en dilucidar si conviene o no a Puerto Rico entrar en una relación de intercambio con Cuba. “Es que tenemos que hacerlo. No es opción. Es una obligación estratégica e histórica”, puntualizó. 

El panel, moderado por la directora del Departamento de Economía del Recinto de Río Piedras de la UPR, Eileen Segarra, cerró la conferencia “Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos: mirando hacia el futuro”, que también contó con la participación del congresista José Serrano, y del abogado y activista Robert Kennedy Jr.