La víctima en el caso de violencia de género que enfrenta el exboxeador Juan Manuel López Rivera llegó este martes al proceso judicial que se sigue en el Tribunal de Primera Instancia de Caguas acompañada del abogado Juan E. Medina Quintana.

“Necesito que velen por mí”, fue lo que explicó Andrea Ojeda Cruz a su llegada a la sala judicial junto a su abogado.

La víctima se supone que es representada por el Ministerio Público. Es el fiscal Jaime Perea quien está al mando del caso en el que se acusa a López Rivera de siete cargos por violencia de género. El fiscal es reconocido por haber formado parte del grupo que logró la convicción de Jensen Medina Cardona por la muerte de Arellys Mercado Ríos.

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El abogado de la víctima informó a la prensa que Ojeda Cruz se siente “intimidada” por su expareja. Por tal razón, ha solicitado que las cámaras televisivas y su presunto agresor no estén en la sala judicial al momento de dar su testimonio o poder testificar bajo circuito cerrado.

Ha habido un pequeño impasse entre ella y el fiscal y estamos tratando de resolver”, dijo el abogado a la prensa.

Aclaró que la diferencia no está relacionada a presiones para que ella continúe con el caso contra el expúgil o porque la víctima se esté retractando de su acusación contra López Rivera.

De hecho, Ojeda Cruz dejó claro en sus expresiones a la prensa que “yo sigo firme hasta el final” en este caso de violencia de género contra el exboxeador.

El letrado también se alejó de que una posible negociación entre el Ministerio Público y López Rivera para que acepte la culpa en el caso y se acoja a un programa de desvío tenga que ver con la alegada disputa.

“Es de actitud, más que otra cosa... Ella nos ha manifestado la actitud hostil del propio fiscal en contra de ella y por eso, pues...”, sostuvo el letrado, al confirmar que se trata de Perea.

“Ella tenía una condición emocional y por eso quería que el fiscal la protegiera y no ha conseguido eso”, agregó.

Medina Quintana llegó a decir que “recientemente” Ojeda Cruz tuvo una “discusión” con el fiscal en el que se demarcaron las diferencias.

“Ella no se siente protegida y está solicitándole unos remedios para ser protegida, específicamente, cuando le toque declarar y eso es todo”, expresó.

Medina Quintana alegó que el fiscal no ha respondido a los reclamos de la víctima en este proceso judicial, por lo que le contrató para que la defienda.

El fiscal, por su parte, negó que haya diferencias con la víctima. De hecho, utilizó como excusa que en un momento dado habló en privado con Ojeda Cruz dentro de sala, hecho que se dio cuando se discutía una solicitud del presunto agresor para poder ir a trabajar, como ejemplo de que no hay diferencias.

En cuanto a la petición de la víctima de que su testimonio no se transmita ante las cámaras de los medios de comunicación o pueda testificar bajo circuito cerrado estipuló que “podemos buscar los mecanismos procesales que se puedan, siempre y cuando el tribunal lo admita. Tenemos que velar también que hay una determinación del alto foro del Tribunal Supremo, donde ha indicado que va a ser público, no. Eso lo podemos plantear y podemos hablar en su momento”.

“Siempre que sea para beneficio de las víctimas, la vamos a apoyar”, añadió Perea.

El fiscal puntualizó, con un “para nada”, el que haya tratado a la víctima de manera hostil, como alegó su abogado. También aludió a que su comunicación con Ojeda Cruz es “muy buena y efectiva”.