La expareja del abogado Jerome Garffer se expresó “decepcionada” luego de la decisión judicial por el caso de violencia doméstica.

La jueza Mariela Miranda, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, determinó hoy, viernes, no causa en la vista preliminar en alzada.

“Según la justicia de Puerto Rico, tengo que esperar que me maten”, expresó la demandante a través de sus redes sociales.

Si bien la joven que demandaba a Garffer ofreció un extenso testimonio sobre un patrón de acoso y maltrato físico y sicológico por parte de su expareja, durante el contrainterrogatorio se contradijo una y otra vez cuando fue confrontada por la defensa en cuanto a diferentes versiones de los hechos, así como omisiones y asuntos que mencionaba por primera vez en esta vista.

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La mujer indicó sentirse “devastada, decepcionada y asustada”.

Precisamente, durante el proceso de hoy, la fémina expresó en sala que tenía la “necesidad” de que la jueza le creyera todo lo que había narrado.

“Han sido un sinnúmero de situaciones y que no se me cree. Lo que quiero es sentirme protegida, tener paz, sentirme tranquila. Vivo en un estado de nervios, tengo sesiones todas las semanas con mi sicólogo”, reclamó entre llanto al final del interrogatorio de la fiscal. “Quiero tener paz, tranquilidad. Quiero sentirme protegida”.

Tras el fallo, la fiscal Ruth González solicitó de inmediato una reconsideración, argumentando que la joven había ofrecido un relato de violencia doméstica, maltrato sicológoico y emocional. Sostuvo que, aunque la defensa mostraba unas fotos de daños físicos, ella no le podía “traer aquí fotos de daño sicológico”.

“Aquí ha narrado cómo él controlaba todo en la relación. Tenemos aquí una pareja disfuncional. Es una relación de poder y control que tiene esta dama por ese caballero”, insistió la fiscal. “Cuando entendemos el ciclo de violencia doméstica, entendemos que a las víctimas se le mina su capacidad de reaccionar”.

La demandante también criticó en su publicación el hecho de que la sacaran de la sala.

“Desgarrador que me saquen de sala y no tuvieran la valentía de decirme en mi cara la determinación”, denunció.

Garffer no estuvo presente en sala, sino observando todo el proceso por sistema de video desde la cárcel de Ponce, donde permanece recluido luego que violara una orden de protección impuesta por el tribunal relacionada con este caso, y le revocaran las condiciones de libertad bajo fianza. Aunque se determinó no causa en esta acusación de violencia doméstica, no supone la inmediata salida de Garffer de prisión.