Exjefa de Ciencias Forenses truena contra el actual manejo de esa dependencia
El otrora ICF está en "el peor momento en la historia de las ciencias forenses en nuestra jurisdicción".
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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La exdirectora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), María Conte Miller, expresó hoy gran preocupación con lo que está pasando en esa institución, actualmente convertido en Negociado como parte de la sombrilla del Departamento de Seguridad Pública.
La doctora Conte Miller, quien asumió las riendas de Ciencias Forenses durante la administración de Luis Fortuño, dijo que la crisis en esa dependencia representa ¨el peor momento en la historia de las ciencias forenses en nuestra jurisdicción¨.
A continuación, las declaraciones íntegras de Conte Miller:
"He visto con gran preocupación y consternación que diferentes medios noticiosos dan cuenta de la profunda crisis en que se encuentra inmerso el Negociado de Ciencias Forenses. Se alega falta de personal, equipo, recursos, conflictos laborales y mal manejo de los cadáveres, entre otros problemas.
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Ante este panorama, parecería complicado encontrar y aplicar las soluciones correctas, sin embargo los que tomamos “Forense 101” que para nosotros los patólogos es nuestro “Kindergarden“ y para los que también usamos el sentido común, no lo creemos así.
La primera clase que un patólogo forense recibe cuando inicia esta subespecialidad de la medicina, es que la falta de reconocimiento de la importancia del sistema por parte de las autoridades, constituye la razón principal del malfuncionamiento del mismo. Por tanto, adjudiquémosle al Negociado de Ciencias Forenses ese carácter de servicio prioritario.
En aquella lección inaugural también se decía que los muertos no se arrastran por el piso, sino que se colocan en camillas igual que se hace con los enfermos y tengo que hacer la salvedad que eso, ya yo lo sabía sin haber tomado las clases. Tampoco múltiples difuntos se apiñan en camiones para llevarlos al crematorio, se trasladan uno a uno en coches fúnebres certificados por la comisión de servicio público agencia que se asegura que el vehículo de transporte cumpla con todos los requisitos para estos fines.
Desde el día uno, también nos enseñan a los patólogos que los cuerpos se guardan en neveras con controles de temperatura para que no se descompongan. Por favor, dejen de decir que una vez se inicia el proceso de descomposición no se puede detener para justificar el problema.
En la charla introductoria de control de calidad nos enfatizan que a los equipos hay que darles mantenimiento preventivo porque sino, se dañan, lo que aplica desde al equipo científico especializado hasta al de uso más común; por ejemplo igual que uno hace con su carro que le cambia el aceite y el filtro y las gomas, también hay que hacerlo a las vehiculos de forense para que no se quedan en la calle con un cadaver en su interior.
El inventario actual de forense de 307 cadáveres es el que tiene una jurisdicción donde acaba de ocurrir un desastre en masa, sin embargo, la cantidad de casos hacinados no guarda relación con el huracán. Para proveer un marco de referencia el Negociado debería tener aproximadamente 75 cadáveres bajo su custodia, lo cual le permitiría operar con normalidad y ofrecer un servicio de calidad en un tiempo razonable a las familias de los fallecidos y al Sistema de Justicia.
Los cadáveres se acumulan por dos razones; la cantidad de patólogos forenses no es suficiente para atender todos los casos según los protocolos establecidos y porque se requiere de disciplina y consistencia para disponer de los casos no reclamados semanalmente. Igualmente, cada mesa de autopsia tiene que tener todo el equipo necesario para funcionar. Imagínese a un patólogo pidiéndole la caladora (instrumento para abrir el cráneo) a otro cólega para poder continuar con su caso, es como si a uno lo estuvieran operando y el cirujano careciera de bisturí para hacerla la herida o del hilo para coserlo. Si lo que escuché en la noticia es correcto, para trabajar los 307 cadáveres sólo hay una caladora.
Así que la solución para resolver el hacinamiento, esta en la contratación de más patólogos, enterrar los casos excedentes o que se cambie el procedimiento para examen de los cadáveres, que no está siendo efectivo en el contexto de la realidad actual de la agencia.
Empero, han escogido la ruta mas fácil y menos digna. ¿Seguirán alquilando más vagones para acumular más cadaveres? Esos que pasaron a mejor vida, pasaran a un mejor vagón. Ese puede ser usted o yo, quizas uno de nuestros allegados.
Nunca le creí al profesor del “kinder forense” que dijo que había gente muy educada y bien intencionada que no entendía que estas cosas descritas son irregulares y las percibía como “business as usual” y debo reconocer que me equivoqué"
Lamento profundamente que después de tanto esfuerzo y años de lucha por mejorar el sistema médico legal, estemos hoy aquí en el peor momento en la historia de las ciencias forenses en nuestra jurisdicción. Sin embargo, se que el equipo humano con el que cuenta el ”Instituto” sabrá hacer ventajoso lo adverso y convertir en directo el camino tortuoso.
Como exdirectora de la Agencia le hago una súplica al Ejecutivo para que por favor atienda las deficiencias que realmente son muy serias".