San Germán.- Crimen desgarrador sacude la comunidad La Tea, en San Germán.

Agentes de la Unidad de Homicidios del CIC de Mayagüez buscaban ayer a un sujeto, con récord criminal, para entrevistarlo con relación al asesinato de Saturnino Casiano Rivera, cuyo cadáver fue encontrado a mediodía de ayer, fuera de su silla de ruedas, en el baño de su residencia.

“Se encontró boca abajo, amordazado con una funda en el área del rostro y lo demás lo habrá de determinar el patólogo en el Instituto de Ciencias Forenses”, dijo muy parco el teniente José Figueroa Andújar, director de la Unidad de Homicidios, que trabajó la escena con el agente Robert Martínez y el fiscal Elmer Cuerda.

“La evidencia que tenemos en estos momentos es que hubo violencia en el área del baño”, expresó Figueroa Andújar sobre la escena en la calle I, número 182, de la comunidad rural La Tea, donde el octogenario residía con su esposa Ramona Casiano Ruiz, de 77 años, quien se encontraba postrada en una cama. La mujer fue removida en ambulancia hacia un lugar que no fue informado.

El oficial de la Uniformada admitió que había una persona de interés en el caso, quien presuntamente mantenía una relación sentimental con una hija de la víctima, según confirmó un hermano de ésta, Wilfredo Casiano, de 57 años.

“Estaba trabajando en mi negocito de hot dogs y me llamó mi hermana Sonia, atacada, llorando... Dejé una persona a cargo, le dije: ‘Acaban de matar a mi papá’, y cuando llegué, esto estaba lleno de ambulancias y policías”, dijo Casiano.

Sostuvo que desconoce si el móvil fue robo, pero se sospecha de una persona que era amigo de su hermana. Sonia y el individuo se conocieron en la cárcel, donde la mujer visitaba a un hijo que cumple condena por una muerte ocurrida en un condominio de San Germán.

“Parece que cuando esa persona salió, hicieron amistad, pero se habían dejado y ella le dijo que jamás en la vida volvía con él, y ésa es la persona que están buscando como sospechoso del crimen de mi padre”, expresó Casiano.

El asesinato del octogenario dejó consternados a los vecinos de la comunidad. El alcalde de San Germán, Isidro Negrón, llegó hasta el lugar y lamentó lo ocurrido, pero se mostró confiado en que el caso sea esclarecido prontamente.

“Yo conocía a don Saturnino porque estudié con uno de sus hijos, y era tremenda persona, un anciano que estaba postrado en una silla de ruedas, tranquilo y querido en la comunidad, y a la verdad que no debió haber muerto de esa manera”, dijo el Ejecutivo Municipal.

El Alcalde reconoció que en esa comunidad “hay sus problemas, pero lo que ocurrió aparentemente no tiene nada que ver con gente del barrio y yo espero que este caso se esclarezca rápido”.

Lo mismo opinó Nerí Pabón Sáez, vecino del lugar, quien había trabajado en labores de albañilería en la residencia de don Saturnino.

“Esto se ha dañado, está malísimo y con esto que ha pasado con este vecino, que era buena gente, nos preocupa más todavía”, dijo Pabón Sáez, quien reclamó una mayor vigilancia preventiva.