El esposo de la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier Laureano, Orlando Montes Rivera, fue sentenciado este viernes a cumplir 57 meses -equivalentes a 4 años y 9 meses- de prisión y un año de libertad supervisada por haber participado de un esquema de soborno que lideró su compañera de vida desde su oficina legislativa entre el 2017 al 2020.

La sentencia la impuso la jueza federal Silvia Carreño Coll, durante una vista realizada en el Tribunal federal de Distrito en Hato Rey.

Montes Rivera no emitió una declaración pública antes de conocer su sentencia. Este deberá entregarse en un periodo de tres meses a la prisión, aunque podría ser dilatado por orden de la jueza.

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Solicitó que se le ingrese al campamento de mínima seguridad de la cárcel FCI Beaumont, localizado en Texas. Estaría cerca de su esposa y de sus hijos, que residen en Houston.

Previo a que se conociera la pena en prisión de Montes Rivera, Charbonier Laureano fue sentenciada por la misma jueza a cumplir ocho años de prisión, dos años de libertad supervisada y 120 horas de trabajo comunitario.

La recomendación que hizo la Fiscalía federal contra Montes Rivera era de una pena de cinco años y tres meses de prisión por haber estado implicado en el esquema ilegal en el que se le infló el salario a Frances Acevedo Ceballos, quien era “recepcionista-secretaria” de la exrepresentante, hasta llevarlos a $8,000 mensuales para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 bisemanales. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020, los cuales no reportó como devengados ni en sus planillas contributivas ni en sus informes éticos.

Como parte del proceso de sentencia de Montes Rivera, su abogada Anita Hill Adames, realizó varias objeciones al informe presentencia y al memorando de sentencia que sometió la Fiscalía federal, representanda por los fiscales María L. Montañez Concepción, Kathryn E. Fifield y Jonathan E. Jacobson.

Esbozó varios argumentos para establecer que Montes Rivera no estuvo involucrado en el esquema de soborno. Alegó que lo único que lo implicaba era que el dinero era depositado en una cuenta común del matrimonio y los depósitos que se registraron a su cuenta de ATH Móvil.

“Estamos claro que no era un participante de este esquema. Tenemos la cuenta de banco en común y la ATH”, precisó.

Aludió a que Montes Rivera no participó de ninguna reunión luego de que agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) realizó allanamientos o entrevistas a Acevedo Ceballos y a Charbonier Laureano para discutir el asunto. Al menos, una de estas reuniones se dio en casa de un ayudante del convicto exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado.

También dijo que, durante el juicio, salió a relucir que Acevedo Ceballos llamó Montes Rivera para conversar con Charbonier Laureano. Sin embargo, destacó que en la conversación no estuvo involucrado el convicto de 11 cargos de corrupción por conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero.

Asimismo, la abogada manifestó que Montes Rivera no era empleado de la Legislatura y que tampoco tenía contratos en la Cámara de Representantes.

“El esquema que emergió a los cargos se desarrolló en la oficina legislativa de Charbonier”, afirmó, al reclamar una pena menor de cinco años y tres meses que pidió la Fiscalía.

Otros aspectos que utilizó la abogada para abogar por la pena menor fue estipular que el matrimonio perdió todo tras este caso federal. Además, dijo que, al no poder ejercer su profesión de abogado, no tiene otro medio de trabajo y que, en la actualidad, se encarga de cuidar a sus padres de 84 y 89 años.

Hill Adames resumió que hacía un “pedido de justicia y una sentencia favorable para balancear la ecuación” sobre la ofensa de Montes Rivera. Hizo referencia que la sentencia del exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, fue de cinco años y tres meses de cárcel, cuando él era un funcionario electo y Montes Rivera no lo era.

Por parte de la Fiscalía federal, la fiscal Montañez Concepción expuso varias aclaraciones sobre los argumentos expuestos por Hill Adames.

Señaló, por ejemplo, que la cuenta en común se abrió para el inicio del esquema de corrupción.

La fiscal también afirmó que el veredicto de culpabilidad estableció que Montes Rivera participó del esquema de corrupción.

“Se benefició. No solo abrió la cuenta conjunta al inicio del esquema. Se hicieron pagos de viajes desde esa cuenta en lo que él participó”, precisó.

“Se escondía debajo de una esposa poderosa, eso permitió que el esquema fuera exitoso”, añadió la fiscal.

Tras discutir las mociones, Hill Adames también solicitó que Montes Rivera puede permanecer en libertad bajo fianza en lo que se atiende la apelación del caso. Principalmente, argumentó que está al cuidado de sus padres.

En el juicio trascendió que Acevedo Ceballos, en un inicio, cambiaba su cheque en efectivo y depositaba la suma pagada como soborno a la cuenta de banco del matrimonio. También se los llegó a dejar en efectivo dentro de la cartera de la hoy convicta o se los transfirió mediante ATH Móvil a sus familiares, incluyendo a Montes Rivera, con mensajes que dejaban claro que el dinero era “De Tata” o “Para Tata”.

Acevedo Ceballos se declaró culpable y fue sentenciada a cumplir tres años y un mes en prisión. Todavía no ha comenzado a cumplir la pena.

El cuarto acusado en este caso lo fue el hijo del matrimonio, Orlando Montes Charbonier. Este se acogió a un programa de desvío, en el cual tendrá que aceptar un grado de responsabilidad y cumplir ciertos criterios que le impondrán. Al cabo de cumplidos, se le desestimarían los cargos.