Desde las 2:00 de la tarde decenas de personas llegaron al cementerio municipal de Gurabo para despedir a Gerardo Dávila Alvarado. El joven de 24 años fue asesinado el pasado viernes junto a su novia Mariangely Vázquez González en Ponce. 

En el interior del cementerio estaban presentes empleados del taller Pep Boys donde el joven mecánico laboraba. Sin embargo, se informó que por órdenes de la compañía ninguno emitiría comentarios.

Según se había anticipado a este diario, la familia pidió espacio a los medios para enterrar privadamente al joven.

En el camposanto hubo muchos paramédicos, pues trascendió que parientes presentaron problemas de salud.

A eso de las 3:15 de la tarde llegó el féretro del joven en  un carro fúnebre blanco. Uno de los adornos florales simulaba una llave de mecánica, profesión que le apasionó desde niño y que practicó de adulto.

En Ponce, los restos de su amada novia serían cremados.