Culminados los actos oficiales del Paro Nacional, celebrados en la Milla de Oro, en Hato Rey, la manifestación se volvió tensa entre manifestantes y policías en la avenida Juan Ponce de León.

Frente al edificio Liberty, un cordón de agentes de la División de Operaciones Tácticas le impidió el paso a los manifestantes, lo que provocó un acalorado enfrentamiento entre ambos bandos en una demostración de fuerzas.

Mientras unos manifestantes llamaban a la calma, algunos encapuchados lanzaron petardos y objetos hacia los agentes, quienes ya se habían colocado las máscaras de gas y sacado sus macanas.

"Policía únete, únete, únete, policía únete... Queremos pasar", gritaban los manifestantes.

Desean continuar su marcha por la Ponce de León, doblar hacia la Avenida Luis Muñoz Rivera, y pasar por el edificio Seaborne, donde la Junta de Supervisión Fiscal tiene sus oficinas.

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Tras unos minutos de negociación, uno de los agentes expresó que la orden de sus superiores era que si los manifestantes dejaban de lanzar objetos, ellos procederían a retirarse. 

Por tanto, los portavoces de la manifestación pidieron un "alto al fuego" para continuar la protesta como estaba programada.

Sin embargo, minutos después, la Policía no se retiró del lugar y procedió a lazar gases lacrimógenos contra los manifestantes, buscando despejar la zona. 

Ya para este momento en la tarima habían culminado los mensajes de las diversas organizaciones que convocaron al Paro Nacional.

Los disturbios provocaron una retirada de manifestantes, afectados con los gases.

Los agentes siguieron presionando para que la ciudadanía retrocediera por la avenida Luis Muñoz Rivera en dirección a Río Pidras. 

En la intersección con la avenida Eleanor Roosevelt, la Policía volvió a lanzar gas pimienta. Incluso, a una manifestante que, sin agreder a los agentes, fue bañada con el químico.

La policía persiguió a uno de los manifestantes hasta arrestarlo. También, durante la retirada, se reportaron vehículos vandalizados.

El coronel Juan Cáceres apuntó que "la intención de la Uniformada no es solamente dispersar la manifestación sino arrestar a todos por motín".

Con ese objetivo, Cáceres movilizó a todas las unidades hacia el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para intentar realizar los detenciones.

Al llegar a Río Piedras, a la calle 1, varios residentes le pedieron a la Policía que se retiraran del lugar.

"De ahí para abajo es una comunidad, viven personas mayores y niños, por favor", gritaban. 

Mientras avanzaban, se escuchaban insultos hacia los agentes: "Abusadores", "Vende patria", "Váyanse". 

La Policía prosiguió y realizó varios arrestos en la zona, en un confuso proceso por las diversas órdenes de proceder emitidas por los agentes de alto rango.

Los detenidos fueron llevados al cuartel de Río Piedras. 

Residentes del lugar denunciaron que varios policías entraron en propiedad privada, sin una orden judicial, como requiere la ley, y realizaron un arresto. 

"Ella vive aquí. Ella vino a tomar agua después de una larga caminate. Entraron ilegalmente y se la llevaron", vociferó una fémina desde el balcón de su residencia.

La Unidad de Operaciones Tácticas se retiró del lugar, entre gritos y abucheos, tras no poder presentar la orden de allanamiento.

Más temprano, pasado el mediodía, detonaciones de explosivos -sin identificar- se escucharon en la zona, lo que provocó que los marchantes se esparcieran parcialmente por temor.

Se dieron forcejeos entre policías y manifestantes, pues la policía colocó una reja alrededor del edificio.

Los presentes temen que el contingente de aproximadamente 50 policías, entre ellos, estatales, Fuerza de choque y el Swat, lancen gases lacrimógenos a los manifestantes. 

Minutos después de las detonaciones, los agentes se movieron del área donde había encontronazos. Los manifestantes ocuparon la esquina. Han lanzado objetos contra la Policía y el edificio de Liberty.

Al momento, se informó que se quebraron dos cristales del edificio.