Encuentran muerto al sospechoso de doble asesinato en Gurabo
Su cadáver fue hallado por agentes de las divisiones de Inteligencia Criminal y de Homicidios de Caguas en una casucha abandonada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Agentes de las divisiones de Inteligencia Criminal y de Homicidios de Caguas localizaron el cadáver de Víctor Manuel “Vitín” Ramos Rivera, de 39 años, identificado como el presunto sospechoso de los asesinatos de su expareja y su novio, cuyos cuerpos fueron hallados durante la noche del pasado domingo en la residencia donde vivían alquilados en la carretera PR-181 del sector Juan Maldonado del barrio Jaguar, en Gurabo.
El cuerpo de Ramos Rivera estaba en una casucha abandonada en el barrio Jaguar, cerca de la escena del crimen, donde se presume que se privó de la vida de un disparo con un arma calibre 9 milímetros. Se investigará si se trata de la misma arma homicida.
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Más, temprano el director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas, el inspector Carlos Alicea Contreras, había informado que mientras se realizaba la búsqueda iban a recopilar la evidencia para presentársela a la fiscal Inés Escobales para radicarle cargos en ausencia, ya que tenían una prueba robusta y testimonios.
Alicea Contreras aseveró que también se evaluaba la posibilidad de que Ramos Rivera, alias Vitín, quien residía en el barrio Florida, en San Lorenzo, se hubiese privado de la vida.
Una amiga de la mujer encontró los cuerpos baleados de Karla Rodríguez Ares y Luis D. Lebrón Cuevas a eso de las 9:08 p.m. del pasado domingo ya que desde el sábado no le respondía las llamadas y ni ella ni su amigo, ambos compañeros de trabajo, asistieron a una actividad navideña. Todos eran empleados de una farmacéutica.
Tras hallar a las víctimas fue al cuartel de la Policía en Gurabo para reportar la macabra escena.
En la sala del apartamento rentado, encontraron el cadáver de Rodríguez Ares, de 35 años y en la cocina el cuerpo de Lebrón Cuevas de 40 años, ambos con heridas de bala. Se presume que se disponían a salir a la actividad cuando fueron interceptados y perseguidos a balazos.
Los occisos tenían una relación sentimental reciente y, para el 12 de noviembre, Rodríguez Ares había solicitado una orden de protección contra una expareja que estaba vigente hasta el 11 de enero de 2024. Ese es el ángulo fue el que vinculó a Ramos Rivera con el doble asesinato desde el inicio de la pesquisa.
La víctima, que acudió por derecho propio, denunció que sostuvo una relación de dos años con el hombre del que se separó hace dos meses, pero este continuaba merodeando su residencia, le hacía llamadas, la insultaba, la hostigaba ya que ella no quería reanudar la relación y había entrado a la misma para desconectar las cámaras de seguridad dejándole sobre el gavetero una foto de ambos.
Por estos hechos, el 12 de noviembre fue arrestado y la fiscal Dalinés Hernández instruyó a la radicación de cargos por los delitos de apropiación ilegal y violación al artículo 3.2 (maltrato agravado) de la Ley 54 para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica.
Al día siguiente, la jueza Yarissa Santiago San Antonio determinó no causa por el cargo de violencia de género y causa por el de apropiación ilegal, quedando en libertad hasta el próximo señalamiento el 21 de diciembre. Por estos hechos fue suspendido de sus funciones en la farmacéutica. La próxima vista en alzada había sido programada para el 27 de diciembre.
El agente Reimundo Quiñones, adscrito a la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas, encabeza la pesquisa.