En la cárcel madre que mató a su hijo Joshua
La fianza impuesta fue de $1.5 millones. (Ve vídeo)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Con la mirada perdida y en silla de ruedas salió Edmarie Reyes Ávila del Tribunal de Carolina hacia la Cárcel de Mujeres de Vega Alta, luego que se encontrara causa para su arresto por la muerte de su hijo recién nacido, Joshua Pérez Reyes.
La joven de 21 años llegó caminando, esposada y escoltada por agentes a la sala de la jueza Madeline Vega.
No obstante, cuando la magistrada determinó causa en su contra por asesinato estatutario y maltrato de menores, Reyes Ávila comenzó a llorar y sus piernas comenzaron a flaquear, por lo que alguaciles tuvieron que ayudarla a sentarse y la enfermera del tribunal le proveyó asistencia.
La imputada estuvo acompañada por su madre Maritza Ávila y un primo de ésta, Pedro Soto, pero no quisieron emitir comentarios. Se les vio serios, hablando por teléfono celular casi todo el tiempo.
La fianza impuesta fue de $1.5 millones y la vista preliminar se pautó para el 24 de mayo.
Las fiscales Alma Méndez Ríos y Olga Rodríguez explicaron que se radicó asesinato en primer grado bajo la modalidad de estatutario “porque la muerte ocurre como consecuencia natural de la consumación de un maltrato intencional al menor”.
Recordaron que el bebé apenas vivió seis horas.
Según la pesquisa del agente José Fuentes Osorio, la joven alegó que no sabía que estaba en estado de gestación. Relató que el 14 de abril pasado, a eso de las 6:45 de la tarde, sufrió un dolor, pero pensó que era por estreñimiento. Al ver que sangró, se fue a bañar y alega que el bebé se cayó en la bañera en su hogar en el sector Villa Justicia, en Carolina.
Fue trasladado al Hospital de la UPR de Carolina, donde los padres de la estudiante alegaron desconocer que su hija estaba embarazada, pero que sí sabían que tenía novio.
Pero el patólogo forense que hizo la autopsia de Joshua, Carlos Chávez, aseguró que la muerte del bebé, que nació a los nueves meses de gestación y pesó siete libras y nueve onzas, falleció por “severo trauma craneocerebral”.
El experto indicó que el recién nacido recibió “múltiples golpes” en diferentes partes de la cabeza no compatibles con una caída y sufrió hemorragia cerebral. También tenía un golpe en la parte baja de la espalda.
De hecho, el caso se había clasificado como muerte sospechosa y se reclasificó como asesinato tras los resultados de la autopsia.